lunes, 30 de enero de 2012

Madrid 2020: un logo que traerá cola

Diseño original del logotipo vencedor para la candidatura olímpica Madrid 2.020

Es lo que tiene estar en casa con un gripazo del copón: uno puede perder el tiempo en auténticas chorradas. Y así estoy yo. Total que desde que esta mañana se dio a conocer el logo de la candidatura de Madrid 2.020, me he dedicado a seguir los comentarios, noticias y chanzas que han ido saliendo a la palestra. Ahí van algunas:

- El logotipo original creado por el estudiante de diseño zaragozano (ver imagen que encabeza esta entrada) se parece más bien poco al resultado final elegido tras pasar por el tamiz de la agencia Tapsa (ver entrada inmediatamente anterior).

- Los hay que en vez de apreciar en él los cinco ojos de la Puerta de Alcalá, piensan que se trata de cinco chanclas de dedo de diferentes colores. Los más imaginativos afirman que representa a un quinteto de monjas vestidas de Power Rangers.

- Se dice que el logo puede tener un doble uso. Si como ya es habitual no nos dieran los JJOO, el diseño podría ser utilizado para el Orgullo Gay del 2.020.

- En el dibujo parecer haberse sustituido el color negro de uno de los aros olímpicos (el que representa al continente africano) por el color rosa.

- ¿Por qué lleva tilde en la “i” la palabra Madrid?

- A la confusión originada por la grafía (entre 2.020 y 20.020), se suma el que la candidatura haya elegido como perfil en Twiter @Madrid202O, es decir, con una “o” mayúscula al final en lugar de un cero, lo que implica una mayor dificultad para encontrarlo o seguirlo

- Una empresa que fabrica "muñecos gays", acusa al diseño final del logo de plagio (lee aquí la noticia)

Vamos que esto no ha hecho nada más que empezar y promete dar mucho juego.

Saludetes.

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¿Madrid 2.020 o 20.020?


Hoy se ha presentado el logo de la candidatura de Madrid para los Juegos Olímpicos a celebrar en el año 2.020. Nada más hacerse público, ya ha surgido el cachondeíto. El creador del mismo dice que en él se puede leer M20, mientras que en las redes sociales se afirma con cierta sorna que pone claramente 20.020 (que con la carrera que llevamos es una fecha casi más factible que la primera para que en esta nuestra ciudad tenga lugar la cita olímpica).

También afirma Luis Peiret, el joven zaragozano que lo ha ideado, que está inspirado en los cinco ojos de la Puerta de Alcalá, aunque a mí lo primero que me ha venido a la cabeza nada más verlo ha sido la Opera de Sidney.

En fin, según está la cosa, más vale que no perdamos el tiempo en "debates" inútiles acerca de la idoneidad del logo elegido. Sed felices.

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jueves, 26 de enero de 2012

XIII Medio Maratón Ciudad de Getafe

Extraída de http://www.forofosdelrunning.com/
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El domingo pasado participé en el XIII Medio Maratón de Getafe. También lo había hecho en las anteriores cuatro ediciones (y algunas más), de las cuales podéis encontrar una crónica en el archivo de este blog y en los enlaces ubicados al final de esta entrada. Por esta razón no me voy a extender mucho ya que no quiero ser más repetitivo de lo estrictamente necesario.

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Manifestación multitudinaria en Getafe

La mañana fue de lujo, más propia de la primavera que del invierno. Sol, unos quince grados y ausencia total de viento. Nadie pudo refugiarse en la manida excusa de las condiciones meteorológicas para tratar de explicar algún objetivo no conseguido.

Este año el límite de inscripciones se había aumentado hasta cuatro mil, creo que más de un 20% que el año anterior. Si ya en 2011 éramos muchos, muchísimos, os podéis imaginar lo que aquello era este año. Más aun si sumamos los alrededor de cuatrocientos que la organización estima que decidieron correr sin dorsal. A pesar de este elevadísimo número de participantes, hay que señalar que los responsables del cotarro (Club Atletismo Artyneon y Laetus Sport) lo supieron controlar bastante bien: la entrega de dorsales estuvo muy bien ordenada, la recogida de la bolsa del corredor y el desalojo de la zona de meta fue muy ágil y el ropero, punto negro del año pasado, esta vez funcionó correctamente.

Los dos aspectos mejorables fueron desde mi punto de vista la ausencia de “cajones” o indicadores de tiempos en la salida y que los avituallamientos estuvieran únicamente a un lado del recorrido. La primera petición es quizás la que con más fuerza se viene realizando desde hace varias ediciones. El grandísimo número de corredores agolpados en la línea de salida y la falta de educación o el desconocimiento de muchos de ellos, hacen que sea necesario que al menos se coloquen unos carteles orientativos que delimiten distintas zonas por franjas de tiempo.

El solicitar que los avituallamientos se sitúen a ambos lados de la calzada también deriva de la alta participación: canalizar todo el flujo de corredores solo hacía un lado del trazado para obtener la ansiada y refrescante botellita de agua provoca situaciones de riesgo como tropezones, empujones, choques… que bien pueden llevar a mas de uno a dar con sus huesos en el suelo en el peor de los casos o a aflojar el ritmo, hacer maniobras “esquivadoras” y andarse con mucha cautela en el mejor de los escenarios.

Estoy prácticamente seguro de que ambas carencias se solucionaran en la próxima edición. Sin embargo y desde mi punto de vista, la reflexión que los organizadores deben hacer va más allá. Creo que tienen que decidir si quieren recuperar la que ha sido la seña de identidad de esta carrera durante gran parte de su trayectoria y que se esta difuminando año tras año, o si bien prefieren seguir la senda de las últimas ediciones y convertirse en una carrera multitudinaria más similar al Medio Maratón Madrid o algunos diez miles clásicos que se celebran en la capital del reino.

Sinceramente la primera opción se me antoja prácticamente inviable, por lo que posiblemente una tercera vía que combinara “tradición” y “presente” fuera la mejor para todos. Pero para ello son necesarios importantes que creo pasarían por el cambio de recorrido eliminando las dos vueltas y buscando calles más amplías que pudieran absorber sin problemas una amplia masa de corredores, y por una mejor organización de la salida bien por cajones o bien por oleadas.

Ahí queda la idea por si a alguien le parece aprovechable.

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Entre la multitud, estaba yo

En lo personal me tomé el Medio Maratón de Getafe con tranquilidad. No quería esforzarme tanto como hice en Tres Cantos siete días antes y salí con un ritmo un poco más lento que en ocasiones anteriores. En compañía de Bruce durante los primeros diecisiete mil metros, hicimos una carrera de atrás hacia delante, sobrepasando corredores que nos precedían durante todo el trayecto. A falta de poco más de cuatro kilómetros, mi compañero de fatigas decidió levantar un poquito el pie y me fui en solitario avivando la zancada ante la proximidad de la meta. Al final acabé muy entero con un tiempo neto de 1:37:21 y en el puesto (también “neto”) 1.704 de los 3.544 que llegaron a meta.

Como curiosidad decir que por primera vez en mi vida “correril” probé un gel alimenticio de cara a introducirlo como forma de avituallamiento en carreras más largas. De la marca blanca de una conocida cadena de hipermercados franceses deportivos, el gel sabía a rayos pero no me cayó mal al estomago que es lo que realmente me importaba y preocupaba. Seguiré haciendo probaturas en próximas carreras.

Agotadas las inscripciones para el Medio Maratón de Fuencarral tres semanas antes de su celebración (¡esto se está desmadrando!), no tengo clara cual será mi próxima carrera. Además, después del domingo he añadido otra molestia física más a las que ya llevaba arrastrando, por lo que he decidido dejar cualquier actividad deportiva en los próximos días a ver si me recupero un poco. Veremos como evolucionan los temas y que es lo próximo que tengo que contar.

Hasta entonces, sed felices.



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martes, 17 de enero de 2012

XVI Vuelta Pedestre a Tres Cantos

La foto está extraida de http://shootandride.net/
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Ya va siendo hora de volver al tajo que tengo el chiringo muy abandonado.

A ver, donde lo habíamos dejado…¡Ah si! Lo último que había corrido con un dorsal en el pecho había sido el Medio Maratón de Villaverde. Desde entonces la verdad es que la cosa no ha sido para tirar cohetes precisamente. En las últimas cuatro semanas he tenido dolores en las articulaciones, sobre todo en la rodilla derecha que se me ha hinchado varias veces en este tiempo (la última el domingo por la noche). Quizás esos dolores me han hecho inconscientemente modificar la pisada al correr y el resultado es que han vuelto las molestias en la zona interna del muslo derecho y un nuevo dolor en la planta del pie izquierdo. En resumen, que mi longeva abuela está casi mejor que yo.

Así las cosas, en este tiempo he perdido un poco la frecuencia y continuidad de los entrenamientos, en cierto modo también las ganas de correr y, en consecuencia, no he pasado por aquí porque no tengo nada que contar.

A todo lo anterior hay que sumar los daños colaterales de las fechas navideñas que se han traducido en un engorde de más de tres kilos y en que la báscula se ría en mi cara al decirme que después de dos años vuelvo a estar por encima de los 85 kilogramos. Y es que la Dieta del Roscón con chocolate es lo que tiene.

Y dicho todo esto ¿sabéis lo peor? Pues que me estaba acostumbrando y le estaba cogiendo el gustillo a ese estilo de vida. Total que esto había que atajarlo de raíz y volver cagando leches a las carreras.

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Para comenzar el 2012 elegí la misma prueba que en los dos ejercicios anteriores: la XVI Vuelta Pedestre a Tres Cantos. Se trata de recorrer quince mil metros por las calles principalmente poligoneras y llenas de cuestas de la conocida localidad madrileña. No voy a extenderme mucho porque las cuestiones principales acerca de esta carrera la podéis leer en las crónicas de los dos años anteriores.

Solo apuntar tres cositas:

- En 2010 llovió, en 2011 salió un día primaveral y el domingo pasado hizo un frío del carajo. Un grado centígrado marcaba el termómetro del coche cuando salí vestido de romano hacia la pista de atletismo del polideportivo para tomar la salida. Miedo da pensar lo que nos tocará el año que viene.

- El año pasado el principal fallo de la carrera fue el retraso en la salida provocado principalmente por la tremendo embudo formado para acceder a la pista y, sobre todo, el pifostio que se lío al tener que dar una vuelta y media al anillo antes de abandonar el polideportivo por un estrecho paso. En esta edición los organizadores tomaron buena nota de los errores de la edición anterior y los solucionaron felizmente. Se pudo acceder al tartán de forma más escalonada y por dos entradas y se eliminó la vuelta inicial dentro del estadio.

- Se invirtió el orden de las carreras de menores y mayores, un gran acierto. Esta vez primero se disputaron las pruebas de 5 y 15 kms, con salida prevista a las 10:00h y a las 10:05h respectivamente, y a su término tuvieron lugar las de los más jóvenes. Muy buena idea porque así no se hace madrugar a los niños y a quien solo vaya a disputar la de adultos no le parten la mañana.

Mencionar que en la de los más pequeños o prebenjamines, participó "Miniyo". Estoy muy orgulloso de él. Apunta maneras y es el digno heredero de la tradición paternal: corriendo a su puñetera bola, de un lado a otro de la pista, con tropezón incluido que lo llevó al suelo, quedó casi de los últimos. Hay cantera. Además disfrutó como un enano y se pasó varias horas con la medalla que le dieron colgada al cuello enseñándosela a todo aquel que la quisiera ver (y al que no también).

Por mi parte, se trataba un poco de ir recuperando sensaciones y entrar otra vez en la dinámica de la “competición”. La cosa estuvo mejor de lo que esperaba. A pesar de la retahíla de circunstancias mencionadas al principio de esta entrada y que han afectado y afectan a mi envidiable físico, el tiempo final solo estuvo veintitrés segundos por encima del de el año pasado (1:05:36) y el puesto final que ocuée fue el 179 de 969 ¡Ni tan mal!

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Salvo novedad de última de hora, el domingo próximo tocará visitar Getafe y luego vendrán las típicas medias madrileñas de todos los años. Supongo que pocas novedades habrá que contar en el futuro cercano.

Hasta entonces, sed felices.

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lunes, 2 de enero de 2012

2011: El año que me eché al monte

Parque de El Buen Retiro (Madrid)

Bueno, pues aquí estoy de nuevo resumiendo un año que se nos ha ido hace unas pocas horas. Otros 365 días que han pasado en un suspiro, que para unos habrán sido mejores y para otros peores, pero que había que vivirlos y disfrutarlos lo más posible. Porque la vida no permite tomarse excedencias. Uno no puede dejar de existir ahora y volver en un par de años como si nada hubiera pasado. Por lo menos de momento.

Hecha esta reflexión pseudofilosófica, voy a intentar resumir lo que para mí ha sido el 2011 atléticamente hablando. Esta entrada “balance del año” se ha convertido en un clásico en este blog y, no sé muy bien por qué, pero es de las que me gusta escribir. Creo que tiene que ver con el hecho de que viene a cerrar una etapa y a abrir otra y esto es bueno tanto si el año ha ido mal, porque así intentas hacer borrón y cuenta nueva, como si ha ido bien, porque en este caso gusta recordarlo.

Entremos en materia.

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1. Año iniciático

Repasando mi vida de corredor, posiblemente el 2011 haya sido mi mejor año. La primera razón y más importante, es que no he sufrido ninguna lesión ni ha existido ningún factor externo que me haya hecho parar y perderme parte de la temporada. He tenido y tengo las típicas molestias y/o dolores con los que todos convivimos es nuestro día a día, pero nada de tal importancia que me obligara a dejar de correr y a estar un tiempo en el dique seco.

Directamente relacionado con la ausencia de lesiones, el segundo factor que convierte al 2011 en inolvidable es que ha supuesto un record personal en el número de carreras (30) y en la distancia recorrida en competición (677.030 m). Estas cifras superan con holgura las del 2009 que hasta el momento era el ejercicio con mejores números en términos absolutos (26 carreras y 519.343 m).

Pero sin duda, lo que ha marcado estos doce meses que acabamos de despedir y lo que recordaré siempre será mi ansiado debut en pruebas de montaña y “trail” (si es que se puede llamar así a las carreras en las que he participado). Es verdad que disfruto en todas o casi todas las competiciones en las que tomo parte, pero no es menos cierto que ya son bastantes años corriendo y las sensaciones difieren poco de una carrera a otra. Sin embargo, el participar en carreras de montaña me ha abierto un nuevo abanico de posibilidades, un nuevo catálogo de emociones diferentes y al menos igual de importantes a aquellas que tuve cuando completé mis primeras carreras por asfalto. He subido cuestas impensables, he trepado grandes rocas, he atravesado verdes praderas, he negociado con más miedo que vergüenza descensos empinados y sinuosos, he atravesado canchales, he contemplado paisajes maravillosos, he cruzado extensos pinares… En definitiva, ha sido mi año iniciático en la montaña, aquel en el que en plan maqui me eché al monte, en el que he descubierto una nueva faceta de este deporte que espero poder seguir frecuentando durante mucho tiempo.

Puente Romano (Mérida)
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2. Medios maratones

En la entrada en la que hacía balance del 2010, apunté la siguiente intención / previsión relativa al 2011: “(…) espero seguir aumentando la cifra de medios maratones y, si se diera rematadamente bien, poder alcanzar la centena de participaciones en esta distancia.(…)”

A la vista de los resultados, la cosa se ha dado mejor que rematadamente bien. No solo he alcanzado el centenar de medios maratones sino que lo he superado en dos más, dejando mi marca personal en 102 a cierre de año. He de decir que si bien era un hito que intuía que acabaría llegando más pronto o más tarde, según se acercaba se convirtió en una pequeña obsesión. Finalmente fue en Moratalaz, donde alcancé tan redonda cifra y donde me quité de encima el peso con el que yo solito me había cargado.

En estos trescientos sesenta y cinco días he completado veintidós medios maratones, de los que diez han sido debuts. Cuatro de las novedades han tenido lugar por montaña o “cuasi” montaña. El Medio Maratón por la Naturaleza enmarcado en la Sierra de Gredos fue una excelente toma de contacto con los senderos de tierra y los paisajes naturales. En el de los Montes de Toledo ya tocó sufrir y pagar la novatada a causa del perfil, el calor reinante y la inexperiencia. Justo a la vuelta de las vacaciones veraniegas esperaba la Carrera de las Dehesas, una deliciosa prueba por la sierra madrileña que alternaba distintos paisajes y terrenos y que creo que fue mi enganche definitivo a este tipo de competiciones. Muy variada y divertida, me atrevería a decir que ha sido mi gran descubrimiento de este año. Por último, el Medio Maratón Solidario (Somosierra) no presentó la dureza del anterior en cuanto a trazado, pero las condiciones meteorológicas reinantes (niebla densa y viento) tiñeron de épica el esfuerzo de los que allí nos dimos cita.

Otros cuatro estrenos tuvieron el gran aliciente del turismo asociado: León, Burgos, Córdoba y Rubielos de Mora Las tres primeras ciudades ya las conocía, aunque no sus medios maratones. El leones resultó ser una carrera muy bien organizada, con un recorrido que atravesaba su centro histórico y con una ciudad bastante implicada en su celebración. Al cordobés, a pesar de tener también una muy buena organización, le faltó algo de encanto: posiblemente el dejar de lado en su trazado la principales calles y monumentos de la ciudad fuera la causa. Ambos fueron eventos que concentraron a un alto número de participantes. El de Burgos, considerablemente menos multitudinario que los dos anteriores, se encuentra en una fase de renovación. Le falta todavía lograr un mayor apoyo de la ciudad y de los corredores para dar el salto de calidad, pero parece estar asentando unas buenas bases para el futuro próximo.

El Medio Maratón de Rubielos de Mora fue otro de los grandes hallazgos del 2011. Además de permitirme disfrutar de un magnífico fin de semana en compañía de mi familia descubriendo una serie de encantadoras localidades turolenses que desconocía, la carrera es una gozada. Un número reducido de corredores (menos de doscientos), un recorrido muy exigente y de gran belleza, una organización atenta y eficaz, un ambiente fantástico y el cariño de todas las poblaciones que atraviesa, lo convierten a mi modo de ver en un medio maratón muy pero que muy recomendable. Además no la olvidaré nunca, pues en una prueba infantil que se celebraba unos minutos antes que la de los mayores, debutó Arganzboy Jr (alias “el heredero”) en el mundo del atletismo.

Completaron el capítulo de novedades mediomaratonianas el del Románico Rural y el de Palencia. El primero es una carrera pequeña en tamaño pero grande en ilusión que une varias pedanías pertenecientes a Sigüenza. El palentino, con apenas dos ediciones disputadas, ha alcanzado gran repercusión. Una buena organización, un envidiable apoyo mediático, un atractivo, animado y céntrico recorrido y un gran ambiente lo avalan.

Los doce restantes los repartí entre los clásicos de mi repertorio (Getafe, Latina, Tragamillas, Ciudad Universitaria, Moratalaz y Villaverde), los que van camino de serlo (Segovia, Ciudad Rodrigo y Burgo de Osma), los que me gusta revisitar de vez en cuando (Azuqueca y Babilafuente) y el redescubrimiento del año (Ávila).

Todo es posible, pero en 2012 parece difícil que pueda repetir la cifra de veintidós medios maratones. Si todo va bien, en esta distancia me conformaría con estar cerca de la docena y media, revisitar mis preferidos y debutar en algunos nuevos o seminuevos a los que ya tengo echado el ojo (Aranjuez, Salamanca, Cuenca,…)

Detalle monumento a Maimónides (Córdoba)
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4. Maratones

En la entrada balance del 2010 a la que hacía referencia en el apartado anterior, también hubo lugar para hacer una previsión respecto a la distancia de Filípides: ” (…) También me gustaría poder completar al menos tres maratones (…)”. Esto no he conseguido cumplirlo y me he quedado solo en solo dos. Y eso que me puse manos a la obra antes que ningún otro año.

A mediados de febrero saldé una deuda pendiente que tenía con el Maratón de Sevilla y me di el gustazo de cruzar su línea de meta en el histórico y decadente Estadio de la Cartuja. Muy bueno para hacer marca si sale un día sin viento, el maratón sevillano a mí me resultó un poco “descafeinado”: su trazado recorre amplias avenidas sin apenas animación y deja de lado las calles más céntricas y bellas de la ciudad. En cualquier caso esto último lo pudimos compensar durante el resto del fin de semana que pasamos en la capital andaluza con la excusa atlética.

El segundo llegó en abril cuando me reencontré con el Maratón de Madrid. Después de no participar en 2010 por lesión, mi octava experiencia en el maratón de mi ciudad fue de lo más gratificante. No sufrí el tan temido muro (tampoco en Sevilla) y alcance la meta muy entero y, por primera vez, de la mano de mi hijo. Por lo que parece, esta edición cerró un ciclo en lo que a la organización de la prueba se refiere. La entrada de una empresa americana se espera que suponga un cambio a mejor, una mayor proyección nacional e internacional y un creciente apoyo de las instituciones y la ciudadanía ¿Se conseguirá? La solución en apenas cuatro meses.

Con dos maratones a la espalda y con dos tercios de año por delante, todo apuntaba a que el reto de lograr completar tres estaba prácticamente cumplido. Sin embargo finalmente por unas cosas o por otras no ha podido ser. La razón principal fue que la montaña se cruzó en mi camino y me hizo perder un poco el interés maratoniano. También contribuyó mi “ansiedad” por acumular medios maratones para llegar a la centena. Así fui dejando pasar una tras otra todas las oportunidades a las que iba echando el ojo para añadir el tercer maratón (el nocturno de Bilbao, Zaragoza, Mallorca y Castellón) y el tiempo se agotó.

Realmente estuve muy cerca de conseguirlo cuando me inscribí en agosto al Maratón de Río Boedo, pero una cagada mayúscula lo impidió. Tras hacer noche en Burgos, salí del hotel a las 5:30 AM en dirección a Báscones de Ojeda, lugar donde se celebra esta carrera. Pues bien, como le ocurría a Dinio hace unos años, la "noche me confundió" y al tomar la A67 lo hice en dirección contraria. No me di cuenta de mi error hasta llegar a Palencia. Entonces intenté volver y busqué un atajo por carreteras secundarias pero el remedio fue peor que la enfermedad. Aunque ahora esbozo una sonrisa al recordarlo, no os podéis imaginar la rabia que sentí en aquellos momentos. En fin, tendré que aprender de los errores y empezar a confiar en el uso del navegador.

A decir verdad y como mencionaba con anterioridad, en estos últimos meses he perdido gran parte del interés que tenía por los maratones de asfalto, así es que no puedo dejar una intención sobre la cifra de ellos que correré en el año recien estrenado. Eso si, una de las cosas que me gustaría decir cuando el 2012 termine es que he completado un maratón de montaña. Se admiten apuestas.

Catedral de Ciutadella (Menorca)
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4. Otras distancias

En este apartado llama la atención una cuestión que no me había ocurrido hasta ahora: en 2011 no he corrido ningún diez mil o distancia inferior. Curioso.

Lo más cercano a los diez kilómetros fueron los veraniegos Trofeo de San Lorenzo (10.600 m) y la Pedestre Popular de Guadarrama (11.500 m) y, ya bastante más alejada, la Pedestre de Tres Cantos (15.000 m). El San Lorenzo, una tradicional y fenomenal carrera, vino marcado este año por: i) el recorte de parte de su recorrido. La organización no obtuvo el permiso necesario del área de movilidad y se suprimieron los hectómetros en los que otrora se visitaban la C / Alcalá y Cibeles. A mí el tema me tocó la fibra rebelde y decidí “indignarme” y completar el recorrido tradicional. No sirvió de nada pero me quedé más ancho que largo y ii) El homenaje a Óscar Menéndez “Ertumba”. Corredor popular fallecido en un accidente en la montaña unos días antes, sus amigos le rindieron un emotivo y espectacular recuerdo al principio, durante y al final de la carrera.

Las de Guadarrama y Tres Cantos cumplieron de forma correcta para pasar una buen rato pero sin nada reseñable

El resto de las pruebas han estado más cerca de la distancia correspondiente a un medio maratón (casi siempre por encima) y han tenido el denominador común de que se han disputado por montaña.

La Travesía a las Cumbres Escurialenses fue un hallazgo inesperado. Se trata de una prueba no competitiva que con salida en San Lorenzo de El Escorial recorre en unos veintidós mil metros las cuatro cumbres que rodean la zona (Machota Baja, Machota Alta, Pico de San Benito y Risco Alto) y finaliza en el Monte Abantos junto a la Fuente Cervunal. Una magnífica ocasión para tomar contacto con la montaña, disfrutar de sus paisajes y engancharse.

Unos días de vacaciones por el Pirineo Aragonés me dieron la posibilidad de participar en la Carrera de Montaña Paso del Onso (23.000 m). Se disputa por el Valle del Broto, un paraje de gran belleza que presenta unos paisajes montañosos muy diferentes a los que pueden verse por tierras madrileñas. A priori iba bastante asustado pero, siendo una carrera dura, resultó no tener una gran dificultad técnica y ser una muy buena piedra toque para aquellos que estamos empezando en estas lides.

El Cross de la Pedriza fue seguramente la prueba más difícil a la que me enfrente en 2011. Fueron casi una veintena de kilómetros por paisajes pétreos, subiendo y bajando por interminables zonas de rocas más propias del habitat de las cabras que de los humanos. Aunque a toro pasado guardo muy buen recuerdo, de momento me siento más atraído por competiciones que sean más “corribles” y que no presenten tanta dificultad técnica.

Por último, la recién estrenada Carrera de Montaña “Cerro Marmota” (25.000 m) no debe asustar a nadie, pues realmente no se trata de un competición de montaña (como dice su nombre), sino que es más bien una carrera por el campo. Con unos primeros diez kilómetros muy favorables en un entorno bucólico, la cosa comienza a complicarse a partir de entonces y alcanza su máxima dificultad en el último tercio del recorrido. Muy recomendable para todos aquellos asfalteros de larga distancia que quieran probar algo diferente.

Acueducto de los Milagros (Mérida)
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5. Los proyectos

Como ya conocéis los que visitéis este chiringuito de vez en cuando, desde hace un tiempo tengo en marcha dos proyectos relacionados con esto del correr. El primero y más antiguo es el que he venido en llamar “Un país en mi mochila” y es aquel en el recojo todos los lugares de la geografía española en los que he participado en alguna carrera. En cifras, la evolución de este ejercicio recién terminado puede resumirse del siguiente modo:

- El 50% de las competiciones que he completado han tenido lugar fuera de Madrid
- En 2011 he corrido en catorce provincias: Madrid (15), Sevilla, León, Segovia, Salamanca (2), Guadalajara (2), Ávila (2), Toledo, Burgos, Soria, Teruel, Huesca, Palencia y Córdoba.
- En el acumulado, tras las cinco nuevas sumadas en 2011, ya he corrido con dorsal en veintidós provincias españolas

En cuanto al otro proyecto, "Un euro cada cinco kilómetros", creo que el primer año de funcionamiento ha superado con creces mis expectativas. Mi buen año carretil se ha traducido en donaciones por un importe total de 140,00 € que he intentado ir repartiendo por distintas asociaciones y ONG en aportaciones de 10,00 €. Soy consciente de que no es mucha cantidad, pero espero que haya contribuido a ayudar a los más desfavorecidos. Vuelvo a repetir lo que dije cuando comencé con esta idea: seguro que 100 € /año no es mucho pero si lo hacemos cinco personas ya serán 500 €/año y si somos veinte sumaran 2.000 €/año.

¿Cómo preveo que evolucionen ambos programas durante el 2012? En lo que se refiere a “Un país en mi mochila”, la idea es seguir uniendo turismo y atletismo popular (dos de mis princípiales aficiones), descubrir nuevos ciudades y pueblos de la geografía española y recorrerlos a la carrera. En este sentido, en el año que acaba de comenzar intentaré poner alguna pica más en la cornisa cantábrica, en Cataluña y en Andalucía.

En cuanto a “Un euro cada cinco kilómetros”, la ecuación es fácil: a más carreras más recaudación. Superar lo conseguido en 2011 será muy, muy complicado, pero si las lesiones me respetan intentaré acercarme lo más posible.

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7. Conclusiones, previsiones y agradecimientos

Después de todo lo expuesto, los objetivos principales para el 2012 siguen siendo los mismos que en los últimos años: que las lesiones no aparezcan, que corra cuanto más mejor y que pueda continuar contándolo en este blog. Cumplidos estos objetivos, habría dos retos adicionales que me gustaría conseguir. El primero ya lo he mencionado anteriormente, sería completar un maratón de montaña. El segundo lo veo aún más complicado si cabe y consistiría en correr una prueba de cien kilómetros o similar. Difícil si, imposible nunca.

En cuanto al blog, intentaré seguir sacando tiempo de donde apenas lo hay para mantenerlo vivo. Este diario, o atendiendo a la periodicidad de las entradas, más bien “semanario”, tiene un gran valor para mí pues me permite plasmar vivencias, opiniones, sensaciones, etc… que quedan ahí para siempre y que puedo consultar cuando lo necesito. En principio pensé que solo tendrían utilidad para el que escribe, pero por el número de entradas que recibe y los comentarios que dejáis, compruebo con orgullo y satisfacción (¿de que me suena esta expresión?) que a alguien más le sirve. Por todo ello quiero daros las gracias a todos aquellos que visitáis esta página de forma puntual o asidua, a los que os habéis registrado como seguidores o a los que enriquecéis el blog con vuestros comentarios. Sois un incentivo para seguir aquí y para continuar buscando cosas nuevas que contar.

Cuando hice el resumen del 2010, finalicé con la siguiente previsión para el 2011: "Para acabar, decir que tengo la sensación que el año que esta a punto de nacer va a ser muy duro. No sé si en lo del correr pero si en muchas otras facetas de la vida. Posiblemente esta visión derive de mi naturaleza pesimista (u optimista bien informado), pero en cualquier caso habrá que apretarse los machos y mirar al frente. Ojala me equivoque. De cualquier forma el 2010 no ha podido con nosotros y el 2011 tampoco lo hará.” Desgraciadamente lo clavé.

Para el 2012, mi predicción no es mucho más halagüeña. En lo personal me temo que las circunstancias que han surgido en el último año difícilmente van a ir a mejor, así es que habrá que seguir conviviendo con ellas y llevarlas de la mejor manera posible. En lo colectivo, pienso que el 2012 marcará un punto de inflexión: la primera mitad de año o incluso los tres primeros trimestres van a ser aún más duros que el 2011, pero tengo la impresión de que de una vez por todas conseguiremos tocar fondo que, aunque suene horrible, debe ser el primer paso para intentar volver a la superficie. De cualquier modo ni el 2010 ni el 2011 pudieron con nosotros ¿vamos a dejar que pueda el 2012? (todos a coro) ¡Y una mierda!

Feliz año.


Viñetas de El Roto en http://www.elpais.com/
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