viernes, 19 de agosto de 2011

51 Travesía de las Cumbres Escurialenses

Ascenso del Pico de San Benito en busca de los tomatitos
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

El pasado 15.08.2011 participé en la 51 Travesía de las Cumbres Escurialenses. Esta prueba de nombre bello y elegante, es todo un clásico del verano madrileño de la que yo no había oído ni leído nada hasta unos días antes de su celebración.

La Travesía consiste en completar en grupos de dos o tres personas un trazado a pie que comienza en la Plaza de los Jardincillos de San Lorenzo de El Escorial, recorre las cuatro cumbres que rodean la zona y finaliza en el Monte Abantos junto a la Fuente Cervunal. La distancia total dicen que ronda los 22 kilómetros y a lo largo de ellos es obligatorio transitar por cinco controles horarios dentro de unos márgenes mínimos y máximos establecidos por la organización.

La prueba no es competitiva, no existen clasificaciones y aunque tiene un ambiente más de “romería” que de carrera, hay siempre que tener en cuenta que se trata de cubrir una distancia considerable sobre un terreno muy exigente y cumpliendo unos controles horarios que en algún caso resultan muy ajustados.

La organización corre a cargo de la Asociación de Amigos de la Travesía y está patrocinada por el M.I. Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial. El precio de la inscripción es de cero euros y únicamente se puede realizar escribiendo el nombre de los participantes en un cuaderno ubicado en las instalaciones del Ayuntamiento los días previos. No tratéis de hacerlo vía fax o correo electrónico porque será en balde (os lo digo por experiencia). En ediciones anteriores la inscripción también se podía hacer la misma mañana de la celebración de la Travesía, pero este año en el folleto informativo no se recogía esta posibilidad.

Aunque aconsejan que lleves tus propias provisiones, a lo largo del recorrido existen varios avituallamientos con agua, frutas (sandias, naranjas, limones,..) e incluso tomates. Ya en meta obsequian a los llegados con una comida consistente en ensaladilla rusa, pollo asado, refrescos, pan y fruta. A todos aquellos que completen el recorrido en tiempo y forma, también se les entrega una medalla como reconocimiento unos días después.

En resumen, una prueba diferente que se convierte en una ocasión pintiparada para patear una de las zonas más bonitas de la sierra madrileña y disfrutar de sus incomparables paisajes.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

1. Prólogo: Antecedentes y salida

Son las 8:00 AM. Estamos en la Plaza de Jacinto de Benavente (alias de los Jardincillos) de San Lorenzo de El Escorial y ha comenzado a darse la salida a los participantes en la 51 Travesía a las Cumbres Escurialenses. Los organizadores van leyendo uno a uno por estricto orden de inscripción los nombres de los componentes de cada equipo. Estos recogen la cartulina que deberán presentar en cada uno de los controles horarios y empiezan la prueba. Teniendo en cuenta que tenemos el número 617, nos queda un buen rato para tomar la salida. Pero ¿Qué hacemos nosotros allí?

Los que sigáis este blog ya conoceréis que desde hace unos meses he empezado a tomar contacto con las pruebas de montaña y que mi deseo es ir profundizando en ellas. En el caso de Bruce, mi compañero de equipo, su principal objetivo para el próximo año es completar un prueba de cien kilómetros. Teniendo en cuenta el recorrido de la Travesía, parece un buen lugar para ganar experiencia de cara ambos retos, probar el material que hasta el momento tenemos y fijarnos en lo que lleven o hagan los otros participantes por si nos puede ayudar y dar ideas. No tenemos ningún objetivo respecto al tiempo a emplear aunque si partimos con la idea inicial de alternar el andar con el correr en aquellos tramos donde esto sea posible.

Mientras, los organizadores siguen leyendo los nombres de los participantes y la plaza inicialmente casi llena de gente, se va vaciando paulatinamente. A las 9:03 AM nos llega el turno. No deben ser más de diez equipos los que queden por salir después de nosotros.

La aventura da comienzo.

Subiendo a la Machota Alta o Pico del Fraile
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

2. Primer control: Machota Baja o Tercer Ermitaño (1.404m). Mín: 1h / Max: 1h 30 min

Una vez nos es entregada la cartulina de control nos ponemos manos a la obra. Como el terreno es favorable comenzamos trotando y adelantando a un buen número de equipos. Son aproximadamente dos kilómetros de carrera hasta el comienzo de la ascensión a la Machota Baja. Allí el camino se empina y se estrecha pudiendose unicamente pasar en fila de a uno.

A pesar de discurrir por un sendero sombreado, rodeado de árboles (robles fundamentalmente) y bosque bajo, el calor es agobiante y estoy empapado en sudor. Habrá que prestar especial atención a la hidratación pues esto acaba de comenzar y la mañana promete ser muy pero que muy calurosa.

Antes de alcanzar la parte final de la primera ascensión, el camino se abre y el desnivel se modera, por lo que nos arrancamos a correr de nuevo durante unos trescientos metros. Los últimos hectómetros antes de llegar al control son los más complicados y técnicos de toda la Travesía: hay grandes piedras que estrechan el camino y a las que hay que subir en algunas ocasiones. Además los que ya han coronado y descienden se cruzan con los que todavía estamos subiendo, formándose pequeñas colas y dando lugar a la aparición de nervios ante la posibilidad de no llegar a tiempo al control en los que con mayor relajación han afrontado el tramo. Paradójicamente estamos en medio de la montaña y la sensación es la misma que la que se pueda tener en el metro madrileño en hora punta ¡No hay quien entienda a estos humanos!

Llegamos a la cima de la Machota Baja o Tercer Ermitaño en aproximadamente una hora, el tiempo mínimo establecido por la organización. Nos tomamos un pequeño respiro en el que aprovecho para comer unas gominolas y darle un buen trago a la botella de bebida isotónica. Allí arriba coincido con los componentes de la paquetería Sandp, Corredor de Cañamares y Gebrelayos (de cuyo blog es deudor éste en muchos aspectos y al que por fin conozco personalmente) y con Malaika, tiernogalvanero nacionalizado paquete. ¡Un placer saludaros a los cuatro!

Finalmente tardamos un poco más de la cuenta en fichar porque la aglomeración de participantes es mucha y el espacio pequeño.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

3. Segundo control: Machota Alta o Pico del Fraile (1.461m). Mín: 30 min / Max: 1h

Al haber tomado la salida en los últimos lugares, las aglomeraciones y esperas que encontramos en el descenso son bastante menores a las que habíamos sufrido en la subida.

Sin casi darnos cuenta estamos otra vez cuesta arriba. A diferencia de su “hermana menor” (o más bajita), la Machota Alta presenta una ascensión que es quizás más empinada o “directa” y sin lugar a dudas más abierta. Aquí no hay ningún árbol y el sol pega de lleno.

A pesar de no estar acostumbrado a este terreno, me encuentro bien y fuerte. Bruce va un poco más lento así es que durante el ascenso hago algún alto para esperarle y tirar alguna foto.

Entre el final de la subida y el puesto de control hay unos ciento y pico metros casi llanos que aprovechamos para darnos una carrerita y soltar un poco las piernas. Hemos empleado un par de minutos menos que el tiempo mínimo requerido para completarlo, por lo que aprovechamos para hidratarnos y comer algo (unos frutos secos en mi caso) antes de que nos firmen la cartulina y reemprendamos la marcha.

Desde mi punto de vista, este segundo tramo es de los cinco existentes el más fácil de completar dentro del tiempo exigido.

Buscando el Risco Alto bajo un sol de justicia
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

4. Tercer control: Pico de San Benito (1.628 m): Min: 1h / Max: 1h 30 min

El tercer tramo comienza con un pronunciado descenso en el que se pone de manifiesto mis carencias en esta materia. Aquí cambian las tornas y es Bruce el que “me saca de rueda” con facilidad y sin emplearse a fondo.

Finalizada la bajada alcanzamos una pista amplia y en buenas condiciones en la que echamos de nuevo correr. Paramos a reponer líquidos y comer unos trozos de limón en el avituallamiento facilitado por los voluntarios y seguimos corriendo y adelantando a bastantes equipos participantes. Justo unos metros antes de que finalice la senda y nos enfrentemos de nuevo a una cuesta abajo que nos dejará en el Puerto de la Cruz Verde, Bruce pisa mal y se tuerce el tobillo. Tras probarse durante unos minutos y recibir un chorreón de spray medicinal facilitado por la asistencia sanitaria apostada en la Cruz Verde, decide continuar (burritos que somos los populares) aunque me anuncia que lo de correr si que se ha acabado. Aunque no nos decimos nada, encaramos la subida más larga y dura de la travesía con mal sabor de boca.

La ladera del Pico San Benito tiene un desnivel exigente y es muy abierta: los árboles apenas existen (algún pino) y la vegetación se compone fundamentalmente de enebros y algún helecho. Así las cosas el cansancio y sobre todo el calor comienzan a hacer mella.

Al igual que en la subida a la Machota Alta, y ahora con más razón después de su torcedura de tobillo, llevo mejor ritmo que mi compañero de equipo. A pesar de todo lo acaecido, alcanzamos el punto de control con unos pocos minutos por debajo del tiempo mínimo por lo que aprovechamos para reponer fuerzas con la ingesta de unos panchitos, un buen trago de bebida isotónica y unos fabulosos tomates que son ofrecidos por los voluntarios al grito de “No te vayas de San Benito sin probar el tomatito”.

Hago aquí un inciso para agradecer la labor de los voluntarios. En todas las carreras su dedicación tiene mérito pero en este caso es aun mayor. Subir a pie hasta las cimas de los diferentes picos (sobre todo a la de San Benito) cargados con provisiones para los participantes es digno de admiración. Muchas gracias a todos por vuestro esfuerzo.

Cumplido el requisito de sellar la cartulina continuamos la Travesía.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

5. Cuarto control: Risco Alto (1.679 m): Min: 1h / Max: 1h 30 min

El descenso del Pico de San Benito es más largo que el del Pico del Fraile pero también más sencillo y con menos pendiente. Se puede hacer corriendo aunque teniendo siempre cuidado de no embalarse porque luego no hay forma de detenerse. Al final de la bajada, paramos en otro puesto de avituallamiento en el que aliviamos los calores con agua fresquita y trozos de naranja y limón.

Tras cruzar la carretera se inicia un tramo que transita por el Alto de la Paradilla primero y por el Cerro de la Cancha después. Aunque siempre en subida, es bastante más fácil que todos los anteriores. Sin una sola queja sobre su tobillo, Bruce mantiene bien mi ritmo. De hecho seguimos adelantando a equipos que nos precedían hasta el momento. Lástima de torcedura porque aquí el camino es amplio y con buen firme y podíamos haberlo hecho corriendo.

Un nuevo avituallamiento es seguido de unos cuantos hectómetros en los que la pendiente es de nuevo considerable y se vuelve a sufrir. Al final de esta subida, en el Risco Alto, se encuentra el penúltimo control al que llegamos unos minutos por encima del mínimo establecido. Me como las gominolas que me quedaban, bebemos unos sorbos de agua y nos disponemos a encarar la última etapa de la Travesía.

Tomando un respiro en la cumbre de San Benito
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

6. Meta: Abantos / Fuente Cernuval (1.700m aprox) Mín: 30 min / Max: 1h

La primera parte del descenso del Risco Alto transcurre por lo que creo es un cortafuegos con una superficie que es un autentico pedregal. Innumerables piedras grandes y laminadas complican técnicamente estos metros, haciendo preferible salirse del camino y transitar entre los pinos.

Después la bajada llega a una pista amplia y con un firme en perfectas condiciones que es ideal para volver a correr (así nos adelantan unos cuantos equipos) y que finaliza en la base del Monte Abantos. Allí espera un nuevo avituallamiento en el que se reparte zumo de naranja recién exprimido y refrescado con hielo ¡una auténtica delicia para encarar la última subida que nos llevará a meta!

Aunque estamos casi al final de la Travesía y las piernas andan ya tocaditas, este último ascenso no es muy duro y transcurre casi en su totalidad por caminos cómodos que, si se tienen ganas y fuerzas, son perfectamente “corribles”. Las vistas que se tienen del monasterio son espectaculares y merece la pena detenerse al menos unos segundos para contemplarlas. Lo peor mentalmente es que comienzas a cruzarte con participantes que han completado la prueba y que ya van bajando, de forma que tienes la sensación de que la meta no llega nunca.

Pero si, si que llega. Se abandona el camino con un giro a la derecha, se cruza una zona verde con un riachuelo y allí está la pancarta de meta sujeta a los troncos de dos grandes árboles. En este último tramo el tiempo máximo concedido para completarlo está bastante ajustadillo y es necesario mantener un buen ritmo para llegar a tiempo al control. Nosotros arribamos casi sin margen, completando la distancia total en 4:40:37.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

7. Epilogo: Descenso de Abantos hasta San Lorenzo ¡Cagontó!

El final de la Travesía a las Cumbres Escurialenses guarda una sorpresa: el descenso que hay que realizar hasta llegar a San Lorenzo. Visto sobre el plano el regreso parecía no ser muy largo, pero puestos en materia (y un poco perdidos), aquello parecía interminable. Empleamos una hora y tres cuartos en recorrer estrechas sendas sombreadas por grandes pinares hasta alcanzar el monasterio. A "ojímetro" calculo que deben ser unos cinco kilómetros más que añadir a los veintidós anunciados de la travesía. ¡Ahora entiendo por qué muchos de los participantes dejaron sus vehículos aparcados en las faldas de Abantos! ¡Que jodios!

En lo físico, el saldo de mi participación en esta prueba es el cuello quemado por el sol, la obtención de un maravilloso moreno “agroman” y unas agujetas en todo cuerpo que con el paso de los días han quedado reducidas a un buen dolor de rodillas (que persiste a día de hoy).

En lo que no es físico me llevo un muy agradable recuerdo porque disfrute como un niño y aprendí mucho para próximas incursiones en la montaña. Lo único negativo fue la torcedura de tobillo de mi compañero de equipo. Me sabe mal porque fui yo quien lo embarcó en esta aventura y con el incidente, además de ir jorobado la mitad de la Travesía, se va a perder el Maratón del Río Boedo en el que tenía previsto participar. Recupérate pronto Bruce.

Eso si, por muy bonitas que sean estas pruebas montañosas y por mucho que se difrute tened en cuenta que como dice la sabiduría popular "no todo el monte es orgasmo". Bueno pues nada, que de aquí al Maratón Alpino Madrileño solo me queda un paso (juas, juas).

Saludos

El chalecito de Felipe II visto desde el Monte Abantos

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

Otros enlaces de interés:

 i) Plano de la carrera aquí.
ii) Mis fotos de la Travesía a las Cumbres Escurialenses  en este album
iii) Como lo contaron Gebrelayos y Bimu.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Todavía me voy a sentir culpable por torcerme el tobillo. Que sepas que ya estoy trotando, poco y despacito, pero ya estoy en marcha.

Tania dijo...

Por alguna razón, las carreras/travesías de montaña no terminan de gustarme, me gusta ir a la montaña en plan dominguero total. Una pena lo de tu compi, que se recupere pronto y enhorabuena por la travesía.
El MAM lo tienes :-)
bss
Tania

Arganzboy dijo...

Muy buenas Anónimo Bruceano: Nada más lejos de mi intención que hacerte sentir culpable. Me alegro que la cosa vaya bien y ya hayas empezado otra vez a correr. Prepárate a echarte unas buenas risas cuando te cuente mi aventura de hoy por tierras palentinas. Nota: La próxima vez que te tuerzas el tobillo te sacrifico allí mismo para que no sufras ;-) Mejórate.

Hola Tania. A mi no me atraían hasta que, un poco aburrido del asfalto, las he probado. Ahora ya no tiene solución: si todo va bien, el próximo finde voy a otra. Mi compi parece que está bastante mejor (suyo es el comentario anterior). Lo del MAM aún me queda muuuuuuuuyyyyy lejos pero... quien sabe ;-) Saludos

yonhey dijo...

Pues tiene una pinta estupenda, y la verdad es que yo tampoco sabía nada de ella. Será cuestión de considerarla para el año que viene.
Salu2

Arganzboy dijo...

Hola Yonhey: La verdad es que merece la pena: me ha dejado una rodila a la virulé, pero me lo pasé muy bien. Saludos.

Jose CdC dijo...

La semana pasada intenté publicar un comentario, pero como soy un paquete algo debí de hacer mal.
Venía a decir que el grupo con el dorsal 617 tenía las medallas conseguidas por cumplir con los tiempos en el ayuntamiento de San Lorenzo donde se pueden recoger por las mañanas de lunes a viernes. Aunque me dijeron que quizás se agotasen y habían pedido más. Si queréis que os la recoja y que os las haga llegar de alguna forma, pues manifestaos...
Un saludo desde la Vega del Cañamares

Arganzboy dijo...

Hola Jose CdC: Muchas gracias por el ofrecimiento. Si es posible te rogaríamos que las recogieras porque a nosotros acercarnos hasta allí nos viene un "pelín a trasmano". Luego te las cambiariamos por unas cervezas (o similar) ;-) Gracias de nuevo y un saludo.

Jose CdC dijo...

Hoy he pasado a "recoger" vuestra medalla y ya no quedaban. Dicen que la crisis también ha llegado a San Lorenzo: que otros años sobraban muchas, porque no todo el mundo las recogía, han recortado el presupuesto y ... Me han vuelto a repetir que han pedido más y que lo intenté dentro de unos días. Así que con tu permiso eso haré.

Arganzboy dijo...

Muchas gracias Jose. No te preocupes por el tema lo más mínimo. Si pasas por allí vale, pero si tienes que ir a proposito déjalo. ¡Así ya tengo la excusa de la medalla para volver en la próxima edición!