domingo, 24 de febrero de 2008

Puedo prometer y prometo

Pues si, por si alguien no se había enterado todavía, estamos en campaña electoral. Miles de carteles con las jetas de los principales políticos llenan las calles de nuestra ciudad. El distrito de Latina, donde está mañana he corrido la tercera edición de su Medio Maratón, no es una excepción. Esta es la crónica de otro de los mítines de la carrera electoral que me llevará hasta la cita cumbre el último domingo de Abril: el MAPOMA 2008.

Puedo prometer y prometo que el principio de año atlético está siendo casi perfecto. Si comencé con el rápido y animado Medio Maratón de Getafe y continúe con el épico y bello Medio Maratón de Fuencarral, hoy he descubierto que el Medio Maratón de Latina no tiene nada que envidiarles.

Llama la atención que con sólo dos ediciones celebradas con anterioridad (la de hoy ha sido la tercera), haya alcanzado un nivel organizativo tan bueno. Desde primera hora de la mañana, voluntarios apostados en las distintas entradas del polideportivo de Aluche te indicaban donde recoger los chips o donde encontrar el ropero y el vestuario. La entrega de los chips se ha hecho de forma ágil. El recorrido estaba correctamente señalizado y medido. Los avituallamientos han estado abundantemente surtidos de agua y de bebida isotónica. La alfombrilla de lectura de chips tanto en la llegada como en la salida han permitido conocer el tiempo neto de los participantes. La surtida bolsa del corredor (camiseta técnica, bebidas y alimentos) se ha repartido ordenadamente y sin esperas innecesarias. En resumen, la organización de esta prueba es de las mejores que he visto en los casi diez años que llevo corriendo ¡Chapeau A.D. Corebo!


Mire “usté”, el trazado discurre en sus primeros once kilómetros y en sus últimos tres por las calles del madrileño barrio de Aluche. Los aproximadamente siete mil metros restantes atraviesan parte de la Casa de Campo que, con la fina lluvia que caía esta mañana, era un marco incomparable para disfrutar de nuestro deporte. La llegada tiene lugar en la pista de atletismo del Polideportivo de Aluche, hoy con las gradas casi vacías debido a las adversas condiciones meteorológicas.

El perfil del recorrido está muy lejos de la llanura getafense y más cercano a los dientes de sierra de Fuencarral. Así, la carrera está salpicada de continuos toboganes, de subidas y bajadas, de cortas rampas con gran pendiente que te van cargando las piernas pero que hacen más amena la competición. Por consiguiente se puede decir que la carrera es exigente, bonita en la parte que atraviesa el principal pulmón madrileño y divertida por los cambios de ritmo a los que obligan las abundantes cuestas.

En lo colectivo, mencionar la alta participación a pesar de la lluvia, con 2.045 corredores llegados a meta. En categoría masculina se ha impuesto Solomon Lorenge con una marca de 1:09:26, mientras que entre las mujeres la ganadora ha sido Beatrice Toroitich quien ha parado el crono en 1:15:23.

Ya en el plano individual, mi idea era exprimirme un poco e intentar acercarme a los cien minutos, tiempo del que no bajaba desde el Medio Maratón de Alcorcón en Noviembre de 2006. En principio el día lluvioso y con viento no acompañaba (funciono mejor con calor), asi es que me he enfundado el chubasquero y la gorra, me he colgado los auriculares en las orejas, he subido el volumen de la música y… ¡Zapatero a tus zapatos! Los primeros dos kilómetros los he hecho a cinco minutos y, a partir de ahí, la inercia, la música y la intención de no mojarme en exceso me han hecho rodar el resto de los kilómetros siempre alrededor de 4:40, hasta acabar con un tiempo neto de 1:38:55. Objetivo más que cumplido y sin esforzarme al máximo. Creo que con un recorrido llano y sin lluvia podría haber bajado un minutillo más mi tiempo.

Sólo un punto negro que me tiene con la mosca detrás de la oreja: el dolor en la zona derecha del pubis. Lo arrastro desde principios de diciembre y su intensidad varia según el día y el esfuerzo. Tengo cierto miedo de que me dé un susto y me trunque este inicio tan bueno de 2008. Veremos.


En cuanto al futuro próximo, pasa por descubrir el domingo que viene el Medio Maratón “La Tragamillas” de Villalba. Esta vez iré sin pretensión de marca y con la intención de acumular kilómetros de cara al MAPOMA. ¡Que luego no digan que me rajo y que soy un “baldao”!

Saludos y hasta el domingo que viene.

lunes, 11 de febrero de 2008

¡Volver a Fuencarral!

Pues está siendo este un comienzo de año de reencuentros. Si hace apenas quince días volví a Getafe después de dos años de ausencia, ayer le tocó el turno al Medio Maratón de Fuencarral - El Pardo en el que no participaba desde el año 2000. Esperaba con ilusión que el volver a tomar la salida después de tantos años, fuera una especie de viaje en el tiempo, una vuelta al pasado que me permitiera revivir las sensaciones de aquella época. En cierto modo así ha sido.

El Medio Maratón de Fuencarral tiene algo especial. Quizás sea su ambiente de carrera de barrio, de carrera cercana. No en vano durante muchas de sus ediciones estuvo organizada con mucho esfuerzo por los propios vecinos de Fuencarral, quienes en los últimos años vieron tambalear su celebración debido a la falta de patrocinadores. Menos mal que MAPOMA y Elipse Iniciativas decidieron entrar a formar de la parte organización, dando un impulso vital al proyecto e impidiendo la desaparición de una de las carreras populares más longevas del calendario.

Quizás sea la belleza. La carrera discurre en gran parte por las carreteras que unen Fuencarral con El Pardo. Se trata de calzadas rodeadas de naturaleza que atraviesan el Monte de El Pardo, de carreteras silenciosas en las que lo único que se oye son las pisadas y las respiraciones de los corredores (y algún coche despistado bien escoltado por la policía). Se respira un aire fresco, limpio y perfumado. Desde las partes más altas del recorrido y en días despejados como el de ayer, pueden verse las cercanas cumbres con sus picos emblanquecidos por la nieve.

Quizás sea su dureza. Se trata de uno de los Medios Maratones más duros de nuestra Comunidad. Hasta el kilometro doce el perfil, aunque con algunos desniveles, es llevadero. Sin embargo, a partir de “la curva de El Pardo”, la carretera se empina en una primera cuesta de unos setecientos metros (alrededor del 7% de desnivel) a la que, tras un breve descanso, le sucede otra interminable de casi dos kilómetros de largura (con desniveles de hasta el 8% y el 9%). Tras estas, un breve llano desemboca en una bajada de vértigo que acaba de destrozarte las piernas. Ya entrando en Montecarmelo el trazado vuelve a picar hacia arriba, con unos mil metros finales que hacen las veces de descabello.

La carrera está muy bien organizada. Con la ayuda del Distrito de Fuencarral - El Pardo y desde la irrupción el año pasado de Elipse Iniciativas y la dirección técnica de MAPOMA, la carrera ha vuelto a cobrar el protagonismo que le corresponde y que había perdido en los últimos años. Se han introducido algunos pequeños cambios que creo que han colaborado positivamente a mejorar la carrera: 1) El adelantar la salida alrededor de medio kilometro ha permitido suavizar un poco los últimos metros, subiendo al principio de la carrera lo que antes se hacía al final, 2) Finalizar la carrera dentro de las instalaciones del IMD Santa Ana permite recorrer los últimos metros sobre el tartán de la pista de atletismo y estirar (si el día es bueno como ayer) los músculos sobre el césped y 3) El control con chip y con alfombrilla de paso tanto en la llegada como en la salida, hacen posible obtener el tiempo neto empleado en completar la prueba.

Añadir además la entrega ágil tanto del chip en la salida como de la bolsa de la corredor en la llegada; bolsa por cierto muy bien surtida con alimentos reponedores, bebida isotónica y camiseta técnica (lástima que fuera talla única y me quede tan ajustadita que me corta la respiración).

Y yo en mi línea. Pues eso, como siempre. Salí mal, despacio y falto de ritmo. Todo el mundo me adelantaba. Parecía como si me faltará un poco el aire y me pesaran las piernas (quizás el asma y la mierda de aire que respiramos estos últimos días en la capital). Ya entrando en la carretera de Fuencarral a El Pardo apreté un poco la marcha y fui encontrándome mejor, no parando ya de adelantar gente hasta la meta. Al final paré el crono en un tiempo neto de 1:46:56, muy lejos de los 1:40:38 del año 2.000. En cualquier caso me llevo un buen sabor de boca pues, como decía en el encabezamiento, volver a correr está prueba me ha permitido revivir sensaciones casi olvidadas, diferentes a las que tengo ahora, pero quizás ni mejores ni peores. ¡Volveré!

Posdata 1: Además de las sensaciones, un día después también he vuelto a revivir el dolor de lumbares que me dejaron tantas y tan pronunciadas cuestas.

Posdata 2: Para entender en todo su significado el título de esta entrada, debe leerse con el acento de la actriz que entregó el Oscar a Garcí por la película "Volver a empezar" y cuyo nombre no recuerdo.

Saludos a tutti