martes, 6 de enero de 2009

La crónica anacrónica del Mapoma 2006

Buceando por los archivos rescatados del disco duro dañado que antes daba vida a mi ordenador, me he encontrado con la crónica que hice del MAPOMA 2006. A pesar de que ya no tiene mucho sentido debido al tiempo transcurrido, he decidido publicarla para que por lo menos quede entre los archivos de este blog y no se pierda en alguna papelera de reciclaje. Ahí va la versión corregida, revisada y definitiva del que fue mi quinto Maratón Popular de Madrid.

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1. INTRODUCCIÓN

Antes de entrar en materia, permitidme que os ponga en antecedentes acerca de la que ha sido mi preparación para este maratón.

Desde Noviembre del año pasado he estado fastidiado con unos dolores en la zona de la cadera que los médicos han achacado al tensor de la fascia lata, aunque a mí me da en la nariz que, como me ha sugerido uno de los fisios que me ha tratado, mi dolencia tiene su origen en posibles problemas de espalda. En fin, sea cual sea la causa, hace seis meses que tuve que reducir el número e intensidad de entrenamientos, y las veces que salía a correr lo hacía siempre con molestias. A finales de Enero, dado que los dolores lejos de remitir iban a más, tuve que parar totalmente durante cinco semanas, volviendo a calzarme las zapatillas a principios de Marzo. Retomé entonces la actividad lenta y progresivamente, de forma que sólo durante el mes de Abril he podido llegar a entrenar una hora cuatro días a la semana, y mis entrenamientos más largos han sido tres tiradas de noventa minutos acumuladas en los últimos veinte días.

Pues con este bagaje, con unas molestias que si bien se han mitigado no han desaparecido y con mis santos huevos, me he plantado esta mañana en la línea de salida del MAPOMA con la intención primera de completar únicamente hasta la media maratón.


2. RECORRIDO

Paseo Castellana, Bravo Murillo, Ríos Rosas, Avda Filipinas, Guzmán El Bueno, Alberto Aguilera, Gta Ruiz Jiménez, Carranza, Gta Bilbao, Sagasta, Plaza Alonso Martínez, Almagro, Gta Rubén Darío, Juan Bravo, Príncipe de Vergara, Avada Pio XII, Avda Comandante Franco, Cuesta Sagrado Corazón, Arturo Soria, Avda San Luís, Valdetorres del Jarama, Arequipa, Ribera del Sena, Gta SAR D. Juan de Borbón,Avda Capital de España, Avda del Partenón, Gta Hamburgo, Vía de Dublín, Avda del Consejo de Europa, Avada de los Andes, Gta Yucatán, Puente Felipe Juyara, Gta Ricardo Velázquez Bosco, Avda Veinticinco de Septiembre, Alcalá, Avda de Canillejas a Vicálvaro, La Iliada, Avda de Niza, Paseo de Ginebra, Avda Guadalajara, Plaza Alsacia, Hermanos García Noblejas, Alcalá, Paseo Coches (Retiro).

El recorrido es el aspecto que ha marcado la edición de este año del MAPOMA. Las obras que asolan Madrid han provocado un cambio casi total en la fisonomía de la carrera en comparación con años anteriores, modificación que ha traído las siguientes consecuencias:

2.1. En primer lugar se ha perdido el paso por zonas del casco histórico y de monumentos emblemáticos de nuestra ciudad (Sol, C/ Mayor, Palacio Real,…), así como por lugares que ya eran tradición en esta carrera (la Avda de Valladolid y su cacerolada, la Casa de Campo, la C/ Fuencarral y sus “Carros de Fuego”,…). Si bien los primeros veinte kilómetros han transcurrido por calles relativamente céntricas y coincidentes en muchos casos con las que son transitadas en el Medio Maratón de Madrid, los siguientes veinte mil metros se han realizado por vías situadas más allá de los límites marcados por la M-30, grandes y nuevas avenidas que serían de gran utilidad si la participación llegará a las veinte o treinta mil personas, pero que tienen un aspecto muy desangelado con el actual número de corredores.

La única buena noticia para muchos ha sido la recuperación del Paseo de Coches del Retiro como ubicación de la línea de meta, aunque personalmente yo prefiero el final en el Paseo del Prado.

Si se tiene en cuenta que el MAPOMA no es un maratón que sea elegido por los participantes para hacer una buena marca, y le añadimos la supresión del atractivo que supone recorrer las principales calles de la ciudad, tengo la impresión de que se está contribuyendo al hundimiento de esta prueba.

2.2. Pues aunque era difícil, desde mi punto de vista se ha endurecido aún más el perfil del maratón madrileño. Los primeros veintiún kilómetros incluyen cuestas muy largas aunque bastante tendidas (Paseo de la Castellana o Príncipe de Vergara), que gracias a que uno va más o menos fresco se pasan con relativa facilidad. Sin embargo, la segunda mitad de la prueba es una estocada en todo lo alto. En ella se suceden las cuestas arriba y las cuestas abajo, estas últimas con el inconveniente de que al ser bastante pronunciadas suponen un castigo adicional para los cuádriceps. Destacan en este tramo los dos puertos fuera de categoría de Avda de los Andes y C/ Niza, y a modo de descabello final, el tramo de la C/ Alcalá que sube desde la plaza de toros de Las Ventas a la Plaza de Manuel Becerra convertido en una senda de corredores andantes.

Si a la dureza del recorrido unimos el sol reinante durante toda la mañana y las altas temperaturas soportadas para la época del año en la que nos encontramos, tenemos la ecuación perfecta para conseguir de lejos la edición más exigente de los MAPOMA en los que he participado.

2.3. La animación ha sido en general escasa y en muchos tramos nula. Los puntos que han congregado a un mayor número de espectadores han sido los aproximadamente dos mil metros que iban de la Glorieta de Bilbao a la subida de C/ Juan Bravo y las inmediaciones de la estación de metro de Mar de Cristal (km 23). A partir de aquí era imposible seguir la prueba en el suburbano por lo que las zonas con animación se han podido contar desde entonces con los dedos de una mano. Destacar lo triste y desangelado de los kilómetros que han transcurrido por el Recinto Ferial Juan Carlos I y la Avenida de los Andes (del km 25 al 30 aproximadamente)

En resumen, desde la organización y desde nuestra televisión autonómica (Telemadrid) se nos ha querido vender el nuevo trazado como un recorrido de futuro, que transita por las zonas más modernas de la capital, que visita los edificios y construcciones relacionadas con las aspiraciones olímpicas de Madrid (sede del COE y Estadio de la Peineta) y, sobre todo, como un circuito más rápido como demuestra el hecho de que el ganador ha batido el record de la prueba. Pues señores… ¡métanse su nueva propuesta por donde les quepa y devuélvannos un recorrido más clásico! No olviden nunca que este maratón lo hacen grande los corredores populares que año tras año nos ponemos en la línea de salida y que hemos quedado mayoritariamente descontentos con los cambios introducidos. Espero que con la finalización de las obras que inundan la Villa y Corte desaparezca también este recorrido.



3. ORGANIZACIÓN

Desde mi punto de vista habría que diferenciar dos cosas: el "antes" y el “durante” la carrera. El “antes” ha dejado mucho que desear. Hasta pocas fechas antes de la celebración no se ha sabido cual sería el recorrido definitivo. Es posible que esto haya sido debido al gran número de obras que salpican nuestra ciudad y a lo que habrá tardado el Ayuntamiento en dar los permisos definitivos, o es posible que haya sido debido a la ineptitud de los organizadores. Sea por una u otra razón, la imagen de la organización y, en consecuencia, del propio maratón ha quedado muy deteriorada.

Mencionar también el cuanto menos elevado número de inscritos en comparación con el total de participantes que nos hemos dado cita en la salida. Desde todos los medios se ha hablado de una cifra de 13.000 inscritos y estoy convencido de que no éramos más de 10.000 (si llegábamos) los que hemos tomado la salida ¿Triquiñuela publicitaria? ¿Forma de contentar a los patrocinadores para no perder su apoyo? ¿Mantener el MAPOMA como uno de los maratones europeos con mayor participación? No sé la causa, pero me parece que el efecto será contraproducente en el medio/largo plazo.

Si bien todo lo ocurrido antes de la carrera supone un suspenso para los organizadores, he de reconocer con alegría que el “durante” la carrera ha sido de sobresaliente. Los avituallamientos han sido numerosos y muy bien abastecidos: en todos ellos ha habido agua y bebida isotónica suficiente. Los voluntarios han estado, como siempre, fabulosos y la asistencia médica ha estado siempre presente en los puestos instalados a lo largo del recorrido, en meta y a través de los miembros del Samur que circulaban en bicicleta siguiendo la carrera.


4. MI QUINTO MAPOMA

Pues como he dicho en la introducción, dadas las circunstancias mi idea era la de abandonar una vez alcanzado el medio maratón, pero se ha demostrado que la carne es débil…

Consciente de mis limitaciones actuales, he salido a un ritmo lento que sabía me permitiría alcanzar sin apuros mi objetivo. Los kilómetros han ido cayendo poco a poco y al llegar al medio maratón el cansancio de mis piernas camuflaba ya las molestias de la cadera. He tomado entonces la enésima decisión sin sentido (y las que me quedan) de mi vida atlética: seguir hasta el kilómetro treinta y ver entonces como me encontraba. A estas alturas ya sabía que me sintiera como me sintiera en el treinta, iba a terminar este maratón aunque fuera arrastrándome.

Y así ha sido. Al tran tran, sin forzar en ningún momento, he ido dejando atrás uno tras otro los puntos kilométricos. Tras superar los peores momentos en C/ Hermanos García Noblejas, la bajada de la C/ Alcalá hasta llegar a Las Ventas, a pesar de acabar de macharme las maltrechas piernas, me ha dado nuevos bríos que me han servido para alcanzar Manuel Becerra y desde allí dejarme llevar hasta la meta. Al final 4h 13 min 33 seg, marca muy lejos de las 3h 28 min del año pasado, pero que me han sabido a gloria bendita.

¿La cadera? Pues no me duele más de lo que lo hacía días atrás. Veremos con el paso de las horas como evoluciona


6. CONCLUSION

Se necesita con urgencia un nuevo cambio en el recorrido para volver a hacerlo más céntrico y una dirección organizativa más seria si no queremos que nuestro maratón vaya a pique. Madrid se merece un maratón muy diferente al celebrado hoy.


¡¡¡¡¡¡That’s all falks!!!!!!