
Por si a estas alturas hay alguien que no conozca esta carrera, decir que consiste en dar dos vueltas (los que elijan la media maratón), o una (los que se inclinen por los 12 km), a un circuito de perfil exigente, con numerosas subidas y bajadas y que transita por las calles del madrileño barrio de Moratalaz cercanas a su Polideportivo Municipal, donde está ubicada la línea de meta.
La organización corrió a cargo de la Asociación Atlética Moratalaz y, aunque gracias a la labor de los voluntarios se salió del paso, fue manifiestamente mejorable en algunos puntos. El primer aspecto a revisar fue la entrega de los dorsales. Se dispuso una hilera de cinco o seis mesas, atendida cada una por uno o dos voluntarios con un taco de dorsales y los chips correspondientes. Al no existir ningún cartel indicativo, todos nos tuvimos que amontonar encima de los puestos para intuir en cuál de ellos estaba el dorsal que nos había sido asignado. El resultado fue un desorden y, en consecuencia, una mayor espera en un trámite que después de tantas ediciones debería ser rutinario y rápido. ¿Tan difícil es señalizar con un cartelito de que número de dorsal a que numero de dorsal se entrega en cada puesto?
Según han comentado los propios afectados en algunos de los foros que sobre esto del correr existen en la red, otro error de bulto fue el que los últimos clasificados del medio maratón no dispusieran de agua en alguno de los avituallamientos (concretamente se hace referencia al ubicado en el km. 15). Esto es aún más chocante cuando, debido al “fresquito” reinante, fuimos muchos los que dejamos pasar más de un puesto sin coger ninguna botella. En este sentido es justo reconocer que la organización había habilitado un nuevo avituallamiento alrededor del km 19, aunque desconozco si sus existencias alcanzaron a los más rezagados.

El tema de la distancia es ya tan clásico como la carrera en sí. Es “vox populi” que el Medio Maratón de Moratalaz no ha medido nunca los 21.097 metros que se le suponen a un medio maratón, ni siquiera ahora que se estima debe rondar los 20.600 metros o 20.500 metros. Yo no digo que se homologue, pero ¿No se puede volver a medir y sacar los metros faltantes llevando más allá un giro, yendo por una calle y no por otra o dando dos vueltas a la pista de atletismo en vez de una?
En resumen, creo que todos estos errores son más de “forma” que de “fondo” y que serían fácilmente subsanables por la organización sin implicar un mayor coste ni un gran sobreesfuerzo. La imagen y calidad de la prueba mejoraría mucho con un pelín más de cuidado.
Aparte de lo mencionado hasta aquí, creo que esta prueba tiene otra desventaja con respecto a otras carreras de barrio que se celebran en la capital: la prácticamente nula animación y la imperceptible implicación vecinal. Parece un poco chocante cuando estamos hablando de uno de los eventos atléticos con más tradición en la Comunidad de Madrid (treinta y tres ediciones ya), pero así es. Salvo los amables y esforzados voluntarios y algunos allegados de los corredores, a lo largo del recorrido no hubo nadie más. Bueno, miento. Destacó una señora que durante un buen rato interpeló a un policía intentando convencerle de que nuestro sitio estaba en la Casa de Campo y no en el asfalto “moratalaceño”. Carreras de similar perfil a ésta como puedan ser la Melonera (Arganzuela), la Urbana de Carabanchel o la Media Maratón de Villaverde, ganan por goleada en apoyo vecinal y animación.

Pero no todo es negativo. Además de ser barata, la Media Maratón de Moratalaz tiene un factor muy favorable que creo que deriva de su historia y, sobre todo, de la decisión de quienes la organizan de no otorgar premios económicos a los ganadores: su carácter POPULAR. A ver si soy capaz de explicarme bien y en no muchas palabras. La ausencia de gratificaciones dinerarias provoca la no participación de corredores “semiprofesionales” que suelen asistir a estos eventos con el objetivo de conseguir una ayuda económica que les permita ganarse la vida o completar sus ingresos (ojo, que no estoy criticando para nada su comportamiento). Queda entonces el campo despejado para que la victoria se dispute entre los “verdaderos populares”, entre aquellos atletas que corren por el placer de correr, entre corredores de gran valía que una carrera tras otra se clasifican entre los diez primeros pero casi siempre detrás de los que anteriormente he denominado “semiprofesionales”. Ahora, aquí también tengo que dar un pequeño palito a la organización. Muy bien está que no den premios económicos, pero hombre, de ahí a no entregar ni un pequeño trofeo al ganador ¡Podían estirarse un poquillo no!
Conclusión: Una clásica madrileña que no vive sus mejores momentos pero a la que siempre agrada asistir. Señores organizadores, si la crisis les persigue no salgan corriendo, afróntenla. Tendrán ustedes todo nuestro apoyo, agradecimiento y comprensión.
En lo que a mi persona respecta, la del domingo fue mi cuarta participación en la prueba, rompiendo una ausencia que ya duraba dos ediciones debido a enfermedades varias. Y este año también estuve en un tris de perdérmela pues unos dolores en la zona del pubis surgidos tras el entrenamiento del martes, me tuvieron parado el resto de la semana. Al final pude estar en la salida y alcanzar la meta, completando mi décimo segundo medio maratón del año y estableciendo una nueva plusmarca personal en lo que se refiere participaciones en carreras sobre esta distancia durante un año. Veremos si en el mes y medio que resta para finiquitar el 2009 puedo mejorarla aún más. Os iré contando.
Saludos cordiales.

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Nota: Las dos primeras fotos han sido extraídas de la página web de elatleta.com y han sido "posteadas" por Oscarairtel. Sin embargo no creo que él fuera el autor, más que nada porque estaba "ocupado" ganando la carrera. En cualquier caso le agradezco la publicación de las fotos y aprovecho para felicitarle por su cuarta victoria consecutiva en la carrera.
Edito (11/11/09): Al césar lo que es del césar y a Esther lo que es de Esther. Las fotos a las que hacía referencia en la nota anterior fueron tomadas por ella. Dicho queda.
Edito de nuevo (13/11/09): Capítulo de curiosidades y coincidencias. Viendo la clasificación final me doy cuenta que corrí con el dorsal 524 y acabe en la posición 524 ¡Ya es coña!
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