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1. Aspectos organizativos y carácter de la carrera
El Medio Maratón de Montaña “Montes de Toledo” es una carrera pequeña en tamaño (apenas alrededor de ciento veinticinco corredores), puesta en pie sin grandes recursos económicos pero con mucho esfuerzo e ilusión y en la que se presta una gran atención a los participantes, tanto por parte de los organizadores como de los lugareños. En esta segunda edición contó con una rústica feria del corredor ubicada en el “Almacén de Trigo”. Allí se retiraba el dorsal al tiempo que te obsequiaban con una bolsa que, además de productos autóctonos como una muestra de aceite, una botellita de vino y un embutido de venado, también contenía una camiseta de algodón (¡de las de antes!), un batido bifidus, un bolígrafo, un gel (alimenticio, no higiénico) y unos caramelitos de variados y muy ricos sabores.
Durante la carrera existieron avituallamientos aproximadamente cada cinco kilómetros, algunos voluntarios siguieron la carrera en quads o motos de trial para poder atender las posibles necesidades de los participantes, los puntos kilométricos estuvieron señalizados con pequeños carteles y el recorrido se presentó perfectamente balizado mediante tiras de plástico ubicadas en lugares visibles. En meta, hubo bastante animación, abundante oferta de líquidos para reponerse (cervezas, refrescos, bebida isotónica, frutas,…) y la posibilidad de darse un baño en la piscina del complejo turístico de Baños del Sagrario.
En cuanto al cronometraje no se utilizó el sistema chip. Simplemente al entrar en meta los amables voluntarios te quitaban el dorsal para dejarlo luego ensartado en un gran pincho por orden de llegada. La verdad es que viendo la clasificación que han elaborado y que me han hecho llegar por correo electrónico un par de días más tarde, el tiempo que me han asignado apenas se diferencia en dos segundos del que yo me tomé por mi reloj.
En resumen, carrera entrañable, artesanal, de ambiente “familiar” y con un gran cuidado al participante, de esas que por norma general hay que buscar en lugares alejados de las grandes ciudades. Esperemos que con el esfuerzo de los organizadores y el apoyo de los corredores se consolide y podamos seguir disfrutando de ella en ediciones futuras.
Extraida de "El blog de José Luís" |
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2. Recorrido. ¡Jodo con las subiditas!
La carrera tuvo su salida en la localidad de San Pablo de los Montes a cuyo centro se daba una pequeña vuelta inicial consistente en subir de primeras una buena cuesta, rodear la iglesia y bajar una nueva rampa para salir del pueblo. Toda una declaración de intenciones. Desde allí se entraba en un camino estrecho, sinuoso, con continuos desniveles y que, como las discotecas de mi época, tenía diferentes “ambientes”. El primer tramo estaba lleno de piedras sueltas que a punto estuvieron de provocar más de una caída. En el segundo, el firme se componía en su mayor parte de piedras grandes, bien ancladas al suelo y con la superficie muy lisa, por lo que era conveniente tener precaución para evitar resbalones. El tercer “ambiente” correspondía a una zona sombría en la que había que estar pendiente del muy irregular y blando terreno (piedras, raíces y agua) y de no darte con la cabeza en alguna rama. Tras cruzar la carretera se llegaba al cuarto tramo, un camino abierto, con suelo de tierra en el que aprovechando las roderas se iba bastante cómodo.
Alrededor del kilómetro cuatro y medio se entraba una amplia vía forestal en bastante buen estado en casi todos sus tramos que ya no se abandonaría hasta casi el kilómetro dieciséis. Allí comenzaba una larga subida, llevadera hasta aproximadamente el punto kilométrico seis donde aquello se empinaba sobre manera durante unos tres mil metros hasta coronarse el Alto Marchés. Un pequeño respiro de un par de hectómetros para poder disfrutar del bello paisaje y vuelta a subir hasta alcanzar esta vez la cima del Alto del Robledillo donde se halla ubicado el Observatorio Geofísico. Habíamos recorrido once mil metros, estábamos en el punto más alto de la carrera (1.216m) y parecía que lo más difícil había pasado.
Desde la cumbre cuatro kilómetros de vertiginoso descenso nos esperaban. Imposible descansar. O elegías acortar la zancada minorando en lo posible tu velocidad con el consiguiente riesgo de que los cuádriceps reventaran, o dabas rienda suelta a tus piernas e intentabas que el resto de tu cuerpo las siguiera, siempre teniendo cuidado de no salirte en alguna de las cerradas curvas que encontrabas por el camino.
Tras el avituallamiento próximo al kilómetro dieciséis se tomaba un camino/senda que, si llegabas medianamente bien, era muy gozoso. Con espacio para una persona, era serpenteante, con continuos y cortos desniveles, flanqueado en muchos momentos por arbustos o árboles y en el que solo en alguna ocasión podías ver fugazmente al corredor que te precedía. Como digo, un tramo para disfrutarlo si a esas alturas de carrera tenías suficientes fuerzas (que no era mi caso).
Y por fin, cuando parecía que ya estaba todo hecho y que lo peor había pasado, llegaba la traca final: el interminable y durísimo último kilómetro y medio de subida hasta Baños de Sagrario. Esos puñeteros mil y pico metros (o más) en los que oías perfectamente la megafonía de la meta pero por más que avanzabas nunca aparecía ante tus ojos, en los que era difícil subir las cuestas incluso andando y en los que los lugareños te animaban y hacían chascarrillos para hacerte más llevadero el sufrimiento mientras tu tratabas inútilmente de dibujar una sonrisa de agradecimiento en tu cara. ¡Ay jodido último kilómetro cuanto tardaré en olvidarte!
Extraída de "El blog de José Luís" |
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3. Pagar la novatada con intereses de demora
Los más mayores que os acerquéis a este rincón quizás recordéis aquel inicio de los capítulos de la serie televisiva ochentera “Fama”. Allí la profesora de danza decía a sus alumnos: “Buscáis la fama, pero la fama cuesta. Y aquí es donde vais a empezar a pagar con sudor” (hablo de memoria). Pues esa frase me vino a la cabeza una y otra vez mientras la mañana del domingo me machacaba el cuerpo por los Montes de Toledo.
El paso de ser puro asfaltero a debutar en montaña cuesta lo suyo, y más para alguien como yo que no solo es que me dedique a correr exclusivamente por carretera, sino que no piso la montaña ni para hacer una excursión dominguera. Para que el choque no fuera tan brusco, la semana anterior hice una especie de introducción tomando parte en el I Medio Maratón por la Naturaleza. Pero nada, ni por esas. Supongo que pagar la novatada es un peaje obligatorio que hay que satisfacer para disfrutar de esta modalidad atlética. Y en mi caso el pago conllevaba intereses de demora, pues había retrasado mi debut montañero desde hacía ya demasiado tiempo.
Empezando por el final decir que completé mi primer medio maratón de montaña en 1h 57min 58 seg, ocupando el puesto cuadragésimo tercero (o cuarenta y tres para los amigos) de los ciento once llegados a meta. ¿Es una marca buena? Ni idea, no tengo con que compararla. Solo puedo decir que me exprimí al máximo y que creo que nunca había sufrido como lo hice en esta carrera. Baste señalar que el esfuerzo realizado despertó mi asma y estuve con dificultades respiratorias la noche del domingo y todo el lunes.
Tras cruzar la meta, mi primera valoración mientras trataba de recuperar un mínimo de prestancia fue pensar que esto no era para mí. Había corrido mi primer y último medio maratón de montaña. Sin embargo, ya sentado en el salón de casa y con la cabeza más fría, las reflexiones sobre la carrera iban tornándose en más positivas. Había que aprender de los errores, fijarse en lo positivo y afrontar entonces nuevos retos.
Creo que los principales fallos que me llevaron a pasarlo peor de lo “estrictamente necesario” fueron no regular adecuadamente mis fuerzas (por inexperiencia en este tipo de terreno), no hidratarme lo suficiente en una mañana tan calurosa como fue la de la carrera (alrededor de 30º al sol) y correr constipado.
Sin embargo también hubo cosas positivas que, a medida que pasa el tiempo, voy saboreando más. La experiencia fue muy divertida y los paisajes que pudimos contemplar preciosos. Se me dieron bien los tramos que presentaban más dificultad en el firme. En estas partes me sorprendió moverme con la agilidad con la que lo hacía y adelantar varias posiciones. También aproveché mi mayor tamaño y amplitud de zancada en la larga bajada. Fui bastante atento en toda la carrera y aunque en la parte final el cansancio me hizo perder reflejos, no tuve ninguna torcedura ni tropezón: una vez pise mal con el pie izquierdo y me pegó un buen latigazo pero nada más.
A día de hoy, el cuerpo ha recuperado bastante bien y aunque en las piernas queda alguna pequeña molestia, la principal secuela y que más miedo me da es la vuelta de los dolores de espalda de los que no sabía casi nada desde marzo. Esperemos que remitan.
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4. Conclusión: la letra con sangre entra
Es posible que mi inexperiencia en estas lides me pueda conducir a equivoco en las conclusiones a las que pueda llegar. Así pues pido a todos aquellos que podáis leer estas líneas que no las deis mucha importancia. A los que tengáis mayor bagaje que yo en “echaros al monte” porque podéis pensar con toda la razón que no tengo ni puñetera idea de lo que hablo, lo cual es completamente cierto. A los que no habéis corrido nunca por montaña porque no pretendo dar una lección de cómo afrontar el debut en una prueba de estas características, sino simplemente aportar la visión de un asfaltero urbanita de pura cepa en su incursión en el habitat de las cabras.
La primera lección, la más importante y de la que, en mayor o menor medida, derivan las demás es que una carrera de montaña no se parece en nada a una de asfalto. ¿Una perogrullada? Seguramente, pero del todo cierta. Prácticamente ningún aspecto de los que confluyen en una competición sobre asfalto es extrapolable a una de montaña. Podría decirse que son casi deportes distintos. Teniendo clara de inicio esta idea, se puede ya profundizar en otras cuestiones.
No pasa nada por echar a andar si así lo pide el terreno o el cuerpo. A bote pronto creo que en ninguna carrera de asfalto en las que he participado he tenido que dejar que correr para ponerme a andar. Ni siquiera en el Medio Maratón de San Lorenzo del Escorial cuando subí el monte Abantos. Siempre, por muy duro que fuera el perfil, he ido corriendo aunque tuviera que aflojar mucho el ritmo. El domingo intenté aplicar esa máxima cuando llegaron las primeras rampas largas y de gran pendiente. Los participantes a mi alrededor echaron a andar y yo seguí corriendo, más despacio pero corriendo. Pensé inicialmente que así podría mantenerme toda la subida. Gran error. Lo único que conseguí fue reventarme y ponerme a caminar unos cien metros después que la mayoría. De hecho, algunos de los que adelanté pudieron reemprender la carrera antes que yo porque no apuraron tanto y, en consecuencia, recuperaron antes.
Todos los kilómetros no “miden” lo mismo. Según el tramo que afrontes pueden ser más cortos o mucho más largos. Os prometo que los kilómetros subiendo Alto Marchés a aproximadamente un diez por ciento de desnivel nada tienen que ver en longitud con aquellos de descenso vertiginoso del Alto del Robladillo. En esta lección tienen su origen las dos siguientes.
Olvidarse de llevar un ritmo constante. Los que estamos acostumbrados al asfalto sabemos que en carrera si somos conscientes de nuestras fuerzas y sabemos dosificarlas podemos llevar una velocidad más o menos constante. Es cierto que dependiendo del perfil habrá algún tramo en el que el tiempo empleado se vaya un poco por arriba o por debajo de lo previsto, pero en líneas generales no habrá mucha desviación. En montaña esto no vale. Evidentemente los desniveles son más frecuentes y más pronunciados que en las competiciones por carretera con lo que el ritmo es menos uniforme. Pero sobre todo, un tramo de alta exigencia aunque no sea de mucha longitud puede dar al traste con la media que llevaras hasta el momento.
Conviene portar avituallamiento líquido. Aunque en esta carrera había puestos con agua cada cinco mil metros (más o menos), hay que tener en cuenta que según el tramo que afrontes, lo que tardarás en llegar de un puesto de avituallamiento a otro y la necesidad que tendrás de hidratarte serán muy diferentes. Lo mejor es equiparte con un bidón a la espalda y echar mano de él cuando lo necesites.
Cualidades muy diferentes, tiempos muy similares. Cuando en una carrera por carretera adelantas a algún participante, si mantienes el ritmo lo normal es que lo vayas dejando cada vez más atrás y no vuelvas a verlo. En montaña esto no está tan claro. Las variables son muchas más, de forma que puedes sobrepasar a alguien en una subida y él te puede devolver el adelantamiento cuando venga la cuesta abajo. O puedes ser adelantado en un tramo en el que el firme sea irregular y recuperar posiciones a los mismos corredores cuando el terreno sea más fácilmente transitable. En definitiva, que es bastante frecuente que participantes con diferentes características y cualidades pueden intercambiar sus posiciones en diversas ocasiones a lo largo de la prueba y acabar en marcas muy parecidas.
El tiempo empleado en completar la prueba será mayor que en asfalto. En mi caso tardé prácticamente veinticinco más de los que suelo hacer en un medio maratón por carretra. Eso implica que hay que beber más líquido, que si normalmente no comes nada a lo mejor en este tipo de carreras sea aconsejable llevar algún gel o algo de glucosa y que, en definitiva, el esfuerzo físico sea más largo en el tiempo.
Y se acabó, que ya me estoy volviendo a alargar más de la cuenta. Resumiendo, que por fin debuté en montaña y que espero seguir visitándola de vez en cuando.
Saludos
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3 comentarios:
Por ese "espero seguir visitándola de vez en cuando" deduzco que vas a tardar un tiempecito en meterte otra carrera de montaña, ¿no?
Sinceramente, no lo sé. A pesar de que, como digo en la crónica, a medida que pasa el tiempo encuentro más aspectos positivos, la verdad es que he quedado bastante machacado física y mentalmente.
A lo mejor en los próximos meses veraniegos si que me atrevo con otra de montaña (o al menos por el campo) pero de menos distancia. No sé, según surja. ;-)
Saludos
Hl arganzboy me a encantado tu definicion a esta carrera la verdad que perdona por acer un comentario tan tardio,pero esque acia tiempo ke no nagevaba por tu pagina.Seguramente me konozkas del atleta.com.
Tu definicion es perfecta ademas me emociono y todo lo bien ke ablas de esta karrera,mira yo volvi al atletismo en febrero de 2010 y esta karrera la vi en el kalendario puesta para el 28 de agosto mucha gente me decia ke estaba loko pero mi korazon me decia ke mi abuelo fallecido en sep del 2008 kon 98 años,me la abia puesto en el kalendario para mi,para que yo fuera sus ojos ya ke el no podia ver desde ace mucho tiempo y el amaba y moria por ese pueblo y sus montañas.
Yo komenze un entrnamiento duro e intensibo ya ke yo solo rodaba media hora komenze poko a poko 40 minutos asta 1h,series en kuestas gradas.Luego en mayo me apunte ala vuelta ala jarosa 15 km ese año bastante kompleja para empezar en mi andadura montañera entrenando todos los dias del verano asta ke llego ese 28 de agosto estaba super nervioso porke me abia prometido a mi mismo ke esta karrera la are todos los años aunke me doliera algo.Mi experiencia en esa edicion pensba ke abia sido frustrante porke me prometi a mi mismo ke no me pararia pero en el ultimos 1'5km mas o menos donde la ultima subida en la kasa de los tello me flojearon las piernas y ya venia rendido de maxacarme y me tuve ke parar pensaba ke abia sido una desgracia para mi despues de avrmelo kurrado todo el verano para llegar a tiempo y de no aver echo nada durante seis años.Pero despues enfrio pense lo eh echo e llegado a meta echo realidad lo ke keria mi abuelo yo fui sus ojos en esa edicion y fui tambien este año mejorando el tiempo y sobretodo sin aver parado este año pero lo ke menos importa es eso lo ke importa eske tu te sientas bien y mejorars komo yo ize el primer año ize 2h17 y este año 1h 59 .Lo importante en este tipo de carreras es ir mentalizado a superarte a ti mismo kada dia si ese dia no lo logras no pasa nada otro dia sera sobretodo disfrutar.Bueno al año ke viene mee tienes alli espero ke tu tambien kampeon.
De toas maneras invitado kedas ala karrera del 17 sep sabado 19:00 de la tarde son menos kilometros y por el pueblo pero mereze la pena disfrutar tambien de esa karrera ke este año es mi primera vez tambien pork no puede el año pasado GRATUITA.
Un abraz y ke sepas ke me enkanta komo relatas tus karrreras.
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