Imagen tomada de http://www.forofosdelrunning.com/ ¡Unos cracks! |
1. CORRIENDO POR LA NATURALEZA
El pasado domingo se disputó en plena Sierra de Gredos y con salida y llegada en la localidad abulense de Hoyos del Espino, el I Medio Maratón por la Naturaleza. Allí nos dimos cita doscientos y pico corredores para la puesta de largo de una nueva carrera que espero y deseo tenga continuidad en el futuro y se asiente en el calendario del atletismo popular.
A grosso modo la prueba puede definirse como una especie de híbrido a medio camino entre una carrera de montaña y una de asfalto. A pesar de que se desarrolla por parajes montañosos y tiene un perfil muy exigente, este medio maratón no tiene la dificultad técnica ni los desniveles que pueda presentar cualquier prueba catalogada como de montaña. Aproximadamente una quinta parte de los 21.097 metros son sobre asfalto, mientras que el resto se realiza sobre caminos y pistas forestales bastante amplias y con el firme en buenas condiciones. Es una carrera para “todos los públicos”, ideal para aquellos urbanitas (como es mi caso), que pretendemos iniciarnos en carreras de montaña y que lo más parecido que hacemos a correr por la naturaleza durante el resto del año es salir a rodar por los parques de nuestra ciudad.
Si hablamos de complejidad, el punto más difícil de negociar (¡y tampoco es para tanto!) es el descenso de la Bajada Rompecorazones. Ubicada justo antes del kilómetro quince, es una cuesta de unos cien metros con un gran desnivel, de firme descarnado e irregular y lleno de piedras de gran tamaño. Si nos referimos a la dureza, destacan dos puntos. El primero es la subida de Las Chorreras, un tramo de unos setecientos metros con una elevada pendiente y que se hace sobre cemento. Se afronta antes de llegar al kilómetro cinco de la prueba, por lo que las fuerzas están casi intactas y aunque se sufre, se supera con cierta solvencia. Todo lo contrario ocurre con la “subidita” incluida en el kilómetro veinte.
Si antes mencionaba la llamada Bajada Rompecorazones, esta ascensión final podría denominarse perfectamente la Subida Mandacojones (perdonad por lo grosero del apelativo). La Mandacojones, a la que se llega tras un ascenso continuado sobre asfalto de aproximadamente mil quinientos metros, se compone de una primera “subidita” sobre tierra que no creo que alcance el hectómetro de longitud y que presenta un desnivel cercano al 15%, un pequeño descanso de cincuenta metros que ayuda a recuperar el aire y un segundo tramo muy similar al primero aunque posiblemente un poco más corto. Eso estimados lectores, no es una cuesta, es una putada. En mi caso, el primer segmento lo conseguí acabar corriendo. Sin embargo los metros de llano no fueron suficientes para recuperar un mínimo de las fuerzas pérdidas y a mitad del segundo tuve que echar a andar. El corazón estaba a punto de salírseme por la boca y aunque seguía moviendo los brazos como si corriera me di cuenta que los pies estaban prácticamente clavados en el suelo. Llegué arriba como buenamente pude pagando la novatada.
Desde mi punto de vista, la Mandacojones no encaja en el conjunto de una prueba que como decía anteriormente es asequible para “todos los públicos”. En cualquier caso y por lo leído en los foros de atletismo, parece que fue todo un éxito entre los participantes e incluso es posible que se convierta en una de las señas de identidad del Medio Maratón por la Naturaleza. Pues nada, aceptaremos pulpo como animal de compañía. Sabiendo donde está y conociendo su dureza, habrá que guardar fuerzas para enfrentarse a ella en próximas ediciones.
Como contrapunto a su exigencia, la competición recorre bucólicos rincones donde pueden contemplarse paisajes de una gran belleza. Entre ellos cabe destacar los tramos en el que el río Tormes discurre junto al trazado de la carrera y concretamente el paso en dos ocasiones por las llamadas Chorreras del Tormes, pequeños saltos de agua de gran belleza. Pero sin lugar a dudas, la parte con más encanto desde mi punto de vista es el tránsito por el Pinar de Navarredonda. Son unos tres mil metros que recorren una zona de pinos espectacular y que hice prácticamente en solitario y bajo una fina y continua lluvia. ¡Un auténtico gustazo!
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2. SOBRE LOS QUE NOS HICIERON CORRER NATURALMENTE
El organizador del evento fue el Excelentísimo Ayuntamiento de Hoyos del Espino con la colaboración de los no menos excelentísimos Forofos del Running. La labor de estos últimos fue excepcional, creando un ambiente fantástico, con un trato amable y personal y un cuidado extremo tanto para los participantes como para el entorno, ingredientes todos ellos que solo confluyen cuando se trata de carreras organizadas por y para los corredores. Supongo que también contribuyeron a esta percepción el marco físico en el que se desarrolló el medio maratón y la ausencia en el patrocinio de las grandes marcas comerciales que, en algunos casos, obligan a ciertas servidumbres. El listón de la primera edición ha quedado tan alto que tienen un gran reto no ya en mejorarlo, sino simplemente en mantenerlo.
La buena labor y la dedicación de los organizadores se apreció tiempo antes de la celebración del evento. Se creo una página web ad hoc en la que, además de los apartados más o menos habituales (presentación, reglamento, inscripción, perfil…) se detallaba y describía el recorrido por tramos, se indicaban las distintas formas de llegar hasta el lugar de salida y se recomendaban lugares de alojamiento. También en el foro de su página (www.foforosdelrunning.com) fueron respondiendo las preguntas y aclarando las dudas que se les planteaban. Tuvieron la buena idea de limitar la participación, aunque finalmente no se llegó al número máximo permitido, y el precio de la inscripción fue bastante ajustado (10 eurillos).
El día de la carrera todo estaba preparado y funcionó a la perfección: zona de aparcamiento amplia junto a la salida, entrega rápida de dorsal y chip, servicio de guardarropa, recorrido bien señalizado, avituallamientos suficientes, clasificación con tiempo neto, buena bolsa del corredor, fotos de los sufridos participantes en varios puntos del trazado, voluntarios amables y entregados, la benemérita vigilando los dos cruces con la carretera y la Bajada Rompecorazones (¡no es coña!), servicio de fisioterapia y, como remate, una bocadillo de chorizo y panceta regado de una buena cerveza. ¿Se puede pedir más? Supongo que si, pero debería considerarse avaricia.
Por buscar algún pequeño “defecto de forma” y que no todo sean halagos, me dio la sensación de que algún kilómetro era un poco largo o corto. Teniendo en cuenta que los indicadores estaban ubicados en elementos naturales (árboles, piedras, etc,…) es posible que así fuera. En cualquier caso no lo sé a ciencia cierta y francamente no me importa si así fue.
Solo puedo dar las gracias a todos los que han hecho posible esta carrera y muchísimo ánimo para la próxima edición.
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3. MI NATURALEZA CORREDORA
Afrontaba mi nonagésimo medio maratón en mi peor momento correril del último año. Ya venía arrastrando cierto cansancio físico y mental desde hace algún tiempo y el esfuerzo en el Medio Maratón de Ávila de hace apenas tres semanas acabó de rematarme. A ello supongo que se han unido varias circunstancias más (la primavera, la operación de mi santa, el trabajo, el intentar mantener a toda costa el ritmo de entrenamientos…) que me han llevado a una especie de agotamiento que no recordaba haber padecido con anterioridad. Tanto es así que la semana pasada decidí parar unos días entrenar por el fuerte dolor de piernas y el mismo sábado noche me planteaba seriamente no acudir hasta Hoyos del Espino. Por suerte al final si lo hice.
Desde hace un par de años tengo el run-run en la cabeza de probar con alguna prueba de trail y de alternar aunque sea de forma esporádica y estacional el asfalto con la montaña. Sin embargo, por unas cosas o por otras al final nunca he dado el paso. El I Medio Maratón de la Naturaleza era para un urbanita asfaltero como yo una magnífica oportunidad para tomar contacto con la montaña de una forma muy suave. Y así lo afronté. Salí tranquilo con el único objetivo de llegar a meta lo mejor posible y disfrutar del entorno. A pesar de que el perfil era exigente, me fui encontrando cada vez mejor y acelerando paulatinamente el ritmo a medida que avanzaba la carrera. Es cierto que sufrí en el tramo final pero en líneas generales las sensaciones fueron buenas y cumplí mejor de lo que a priori esperaba. A mi paso por línea de meta paré el crono en 1h 41min 38seg y ocupe la posición cincuenta y tres de los doscientos treinta participantes que completaron el recorrido.
Ahora, con el primer paso dado, toca dar el segundo. Si todo va bien este próximo domingo tomaré la salida en el II Medio Maratón de Montaña Montes de Toledo, que tiene toda la pinta de ser bastante más “gracioso” que el celebrado en Hoyos del Espino. Para afrontar este reto por fin voy a desempolvar las Asics Trabuco que adquirí hace año y medio en las rebajas de enero y que hasta el momento han estado esperando el momento oportuno para ser estrenadas. Parece que por fin ha llegado su hora.
¡Mi mutación en cabra ha comenzado! ¡Atarsen los machos! ¡Beeeeeeeeeeeee!
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3 comentarios:
Buena crónica arganzboy. La carrera fue fantástica para ser la primera edición, buen ambiente y buen entorno. Por cierto, se te veía muy fuerte....yo soy el que sale en la foto de la cuesta justo delante de ti....joer, parece el lince ibérico tras su presa...solo falta la banda sonora de "El hombre y la tierra" jajaja. Saludos
Hola Arganzboy,
Sin duda para mi eres el mejor cronista de correras que tenemos en la red. Las cronicas, los foros y otros temas del running, a veces resultan tediosos y anodinos, pero tus cronicas son el mejor reportaje para conocer todos los detalles de la prueba, gracias a ti he conocido muchas carreras, en las que no he podido participar y me hubiera gustado. En otras ocasiones he tenido la oportunidad de conocerlas y tus sensaciones han sido muy parecidas a las mias.
Enhorabuena, soy uno de tus lectores incondicionales, espero coincidir algún dia contigo, en 5 años todavia no hemos tenido la ocasión.
Un saludo.
Josua00. Efectivamente la carrera estuvo fenomenal. A esas alturas ya iba un poco "casquedete", pero al ser grande y con peso no me quedan más narices que acelerar en las cuestas abajo ;-) (o eso o me cargo los cuadriceps). Ja, ja, ja, muy bueno el simil de "El hombre y la tierra"
Pietro Menea. Muchas gracias por tus palabras. De verdad que me animan y me ayudan a seguir con este "cuasi-semanario". Como ya he dicho alguna vez, trato que el blog sea una forma de recoger mis experiencias para que no se pierdan. Si además resultan útiles y entretenidas para algunos de vosotros pues "miel sobre hojuelas". En cuanto a lo coincidir, todo es ponerse ;-)
Muchas gracias a los dos por vuestros comentarios. Saludos.
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