lunes, 4 de octubre de 2010

XXIV Medio Maratón Ciudad de Talavera


ONCE AÑOS Y VENTIUN DIAS MÁS...

Corría el mes de septiembre de 1999 cuando disputé mi cuarto medio maratón. Fue en tierras toledanas, concretamente en la localidad de Talavera de la Reina. Ayer con once años y veintiún días más en mi osamenta y con setenta y un medios maratones más en mis piernas, volví al lugar de los hechos para reverdecer viejos laureles.

Mis recuerdos de aquel medio maratón eran vagos. Trazado urbano, totalmente llano y con algunos giros de 180º eran los principales retazos que quedaban en mi cabeza de aquella aventura. Pues bien, tras participar en el XXIV Medio Maratón Ciudad de Talavera puedo dar fe de que mi memoria no fallaba y de que muy pocas cosas han cambiado en este largo lapso de tiempo.

El recorrido, igual que entonces, consistió en dar dos vueltas a un circuito. Creo que aunque el de ayer difería en varios tramos con el que recordaba de aquel lejano 1999, en esencia era prácticamente el mismo. Calles no precisamente céntricas y que atravesaban zonas residenciales. Vías amplias con la calzada dividida por medianas, en las que se iba en uno de los sentidos a un lado de la divisoria y se volvía en el otro. Trazado totalmente llano, sin una mísera cuestecita que echarse a las piernas, como si lo hubieran hecho con un nivel eliminando a conciencia cualquier pendiente por mínima que fuera.

La novedad principal fue que en este tiempo al medio maratón le ha nacido una hermanita, una carrera de diez kilómetros que este año alcanzaba su segunda edición. La salida de las dos pruebas tuvo lugar al mismo tiempo y ambas compartieron circuito, siendo éste de una vuelta para los "diezmileros" y de dos para los "mediomaratonianos". La coincidencia de ambas carreras dio un mayor ambiente al evento y permitió aumentar la participación respecto a la que había cuando únicamente se llevaba a cabo la competición sobre los 21.097 metros. Según las clasificaciones finales, 433 fueron los participantes que llegaron a meta, 194 en la prueba corta y 239 en la larga.

La organización fue correcta y cumplió con lo que suele pedirse a una celebración de este tipo: entrega ágil de chip y dorsal, cronometraje mediante sistema chip aunque sin alfombrilla lectora en la salida, avituallamientos suficientemente surtidos de agua cada cinco mil metros, puntos kilométricos convenientemente señalizados, voluntarios y policías indicando el camino a seguir en los puntos más confusos, publicación rápida de las clasificaciones en internet y bolsa del corredor bien surtida en la llegada (fruta, agua, camiseta, zumo, helado, cerveza y bolsita de quicos).

Aunque en líneas generales la carrera está bien y es recomendable, hay una par de aspectos que la afean. El primero es el gran número de giros de 180º. Creo que conté alrededor de diez en toda la carrera. Quien haya corrido un poco sabe que este tipo de curvas, además de ser incomodísimas, te rompen el ritmo.

El segundo punto y seguramente el más importante es el tema del tráfico. En muchas de las calles los corredores compartimos el asfalto con el tráfico rodado, participantes en un carril y vehículos en otro, solamente separados por unos conos a modo de única señalización. Sin embargo lo más peligroso fueron las rotondas y cruces. A pesar de estar controladas por policías, algunos conductores talaveranos no parecían estar muy por la labor de seguir las indicaciones de los agentes, discutiendo con ellos si hacía falta y saltándose a la torera en alguna ocasión las instrucciones recibidas. Así a la altura del kilómetro dieciocho tuve que parar porque un conductor metió el morro de su coche mientras discutía con el policía local en cuestión. Sin duda alguna fue lo peor de la carrera.

Avisar también de un último factor que aunque no tuvo la importancia de los dos señalados, si que jorobó y bastante en lo psicológico. Como he mencionado con anterioridad, existieron dos distancias para elegir, dándose una o dos vueltas a un circuito según se optara por los 10.000 metros o por los 21.097 metros. Pues bien, esta afirmación no es del todo correcta. No hace falta ser de ciencias para llegar a la determinación de que si en una vuelta se hacen diez kilómetros, en dos no se pueden hacer veintiuno sino veinte. Conclusión: en algún momento del segundo giro tenía que haber un alargue que completara la distancia. Y efectivamente, este momento ineludible llegó alrededor del kilómetro diecisiete, cuando al alcanzar una de las rotondas, en vez de seguir recto como habíamos hecho en la primer paso, te hacían girar a la derecha y recorrer un apéndice de ida y vuelta de aproximadamente un kilómetro. Lógico si, pero fastidioso si no se iba sobre aviso como fue mi caso.

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… Y CUATRO MINUTOS Y TREINTA Y NUEVE SEGUNDOS MENOS.

Ese es el tiempo en que ayer mejoré mi marca con respecto a la de mi anterior participación.

Después del Medio Maratón de Babilafuente de la semana pasada, la idea era moverme en una marca un poquito mejor que la de siete días atrás, pues el perfil parecía más sencillo que el de la carrera salmantina. Con esa intención salí, pero posiblemente llevado por el ritmo más vivo de los participantes en los diez kilómetros, tardé menos que en otras ocasiones en alcanzar la velocidad de crucero del los 4:40 o 4:30 min/km. Al comienzo de la segunda vuelta, viendo que me encontraba bastante entero, apreté un poquito más y en lo últimos kilómetros, con la motivación y esperanza de poder bajar de los noventa y cinco minutos, eché el resto.

Al final crucé la meta un poco tocadillo, marcando un crono neto por mi reloj de 1:34:53. Las sensaciones fueron buenas y tengo la impresión de que me acerqué bastante al tiempo que pudiera haber hecho si me hubiera exprimido a tope (¿quizás un minuto menos?). En cualquier caso es mi mejor marca en la distancia desde el II Medio Maratón de Azuqueca de Henares (similar en muchos aspectos al de Talavera de la Reina), celebrado en el mes de junio de hace dos años. Es más, es mi quinto mejor crono de todas mis participaciones en medios maratones. Para estar contento.

Ahora toca pensar en la próxima cita que, si todo va bien, será el próximo domingo. Queda sólo por decidir si será el Medio Maratón de Cantalejo o el de Leganés.

Saludos.

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4 comentarios:

Rosita_publi dijo...

Enhorabuena por tu crono!!
Totalmente de acuerdo contigo en cuanto a la carrera....

Arganzboy dijo...

Muchas gracias Rosa. Enhorabuena a ti también por tu carrera y mucho ánimo en la preparación para el Maratón de NY.

Con tu permiso, añado la dirección de tu blog a mi lista.

Un saludo

Anónimo dijo...

Hola. Soy de Talavera y me alegro que en líneas generales te haya gustado la carrera. En cuanto a las cosas mejorables:
Lo de las cuestas es casi imposible, creo que en la ciudad tenemos dos calles que pican un pelín para arriba y poco más.
El tema de los giros... buscar un recorrido tan largo sin salir a una carretera es un tema que sé que está en la mente de la organización desde hace muuuuchos años, pero es complicado, porque como lamentáblemente pudiste comprobar para los coches tampoco es nada fácil esa mañana, ya que es complicado pasar de un lado a otro de la ciudad durante la carrera, y todos los años hay decenas de conductores cabreados.
Que sepas que tomamos nota y se le hago saber tus comentarios a la organización... a ver que podemos hacer para la próxima.
Un saludo

Arganzboy dijo...

Ja, ja, lo de las cuestas era coña. ¡Si en todas las carreras de la Comunidad de Madrid ya nos "jartamos" de subir y bajar cuestas! Es bueno poder asistir a una carrera plana como la de Talavera de vez en cuando.

Entiendo que el tema del tráfico no es nada facil pues se depende en gran medida de la educación y comprensión de los conductores.

Muchas gracias por tu comentario y por trasladar nuestras opiniones a la organización.

Un saludo