Para este domingo tenía pensado participar en el Medio Maratón de Valladolid o en el de Puertollano, pero al final me rajé pues la familia no estaba por la labor de pasar el fin de semana fuera de casa, y yo no tenía ganas de pegarme el madrugón y chuparme más de cuatrocientos kilómetros en coche y veintiuno y pico a pata.
Antes esta situación ¿Qué hacer? A mitad de semana traté el tema con el mister y de mutuo acuerdo decidimos ampliar la ya larga temporada de diez miles que había comenzado hacía siete días con la Carrera Popular Fiestas de La Elipa.
- “¿No será tanto diez mil perjudicial de cara a la consecución de mis objetivos?”- le pregunté.
- “En absoluto” – me respondió- “Estas son la ventajas del método de entrenamiento arganzniano. Si un día se te pone en la punta del cimbel (el mister es un poco mal hablado) participar en un diez mil en vez de hacer series o una tirada larga, no pasa absolutamente nada. Tus objetivos no se ven afectados en lo más mínimo”.
- “Ahhh…perfecto entonces. Por cierto, ¿algún día me dirás cuales son mis objetivos?”
- “¡Tu quieres saber mucho! De momento tu única preocupación ha de ser dar cera y pulir cera. Ya sabes que el que a buen árbol se arrima buena sombra le cobija”- respondió el mister dejando aflorar otros dos rasgos característicos de su carácter: hablar de forma enigmática y emplear refranes o frases hechas que no vienen al caso.
Así las cosas, me inscribí en el XIV Trofeo Edward, carrera que hasta el momento no figuraba en mi curriculum.
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El Trofeo Edward es una carrera sencilla, humilde si se quiere, sin premios, sin grandes patrocinadores, apenas publicitada, con un número de participantes limitado a mil (al final no llegamos a quinientos) y, sobre todo, con un olorcillo a popular que han perdido muchas de las carreras que sobre la misma distancia se celebran en Madrid. Quizá sea la suma de todo ello lo que de cómo resultado que gran parte de los que hemos tomado parte en ella esta mañana dominical seamos habituales de las carreras que se celebran a lo largo y ancho de nuestra ciudad durante todo el año, de que haya un ambiente familiar, de compañerismo y empatía que se ha perdido desde hace un tiempo en los diez miles a celebrar en los próximos meses en la capital.
El recorrido consiste en dar tres vueltas a un circuito que, en pocas palabras, puede resumirse como Avenida de Arcentales para arriba Avenida de Arcentales para abajo. No hay ningún metro que sea llano, las cuestas son largas y tendidas y se suceden una tras otra.
Para correr con cierto orden y con unos requisitos básicos (cronometraje, servicios sanitarios…), los del Edward Athletic Club con la colaboración de la Junta de Distrito de San Blas y de la Policía Municipal, te facilitan un dorsal, te prestan un chip “raro” sujeto a la camiseta con un imperdible y te entregan una bolsa en meta que contiene un refresco, dos desodorantes y una camiseta técnica. Todo ello a cambio de ocho pavos.
Para fomentar el hábito deportivo entre los más pequeños y para crear cantera, también se celebran carreras de categorías inferiores. Creo que esta mañana han sido seis en total. Aquí lo que no he entendido es por qué los niños con pilila y las niñas con rajita (ahora llamada vulva) han corrido separados, mientras que en la categoría absoluta lo hemos hecho todos al alimón.
En resumen, una carrera de las que ya quedan pocas, un diez mil de los que todavía se puede correr sin apreturas, sin tener que apuntarse con semanas de antelación y con un precio razonable. Muchas gracias a los “eduarditos” por currársela y hacernos pasar una mañana muy agradable.
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En lo personal, con esta carrera abandono los madriles por una temporadita en lo que a carreras se refiere. Aquí dejo los madridcorrenpormadrid, los solidariosbbva, los cesices, los canillejas y similares y me piro de medias por las dos Castillas. Babilafuente, Talavera de la Reina, Cantalejo o Marchamalo tienen bastantes papeletas para engrosar mis cifras de medios maratones en las próximas fechas. Incluso si me encuentro bien y tengo ganas, y siempre con el permiso del mister, es posible que en el mes de octubre caiga un maratón. Veremos.
¡Hasta la próxima!
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