Este pasado miércoles conocí a un nuevo personaje del culebrón Barrio Sesamoideo que espero me facilite el pasaporte para poder viajar a otros barrios más deseados y añorados. Como dije en mi anterior intervención, tengo mis esperanzas puestas en él ya que ni las sesiones fisioterapia ni el reposo continuado han dado el resultado esperado. Seguramente muchos de vosotros lo conozcáis e incluso para algunos sea como un Angel de la Guarda . Se trata del conocido como The Insole Maker* (El Hacedor de Plantillas) o Podólogo Deportivo.
Después de una larga espera (tuve que pedir cita con más de un mes de antelación), por fin me encontré cara a cara (¿o debería decir cara a pie?) con él. Con un rostro de facciones redondeadas, frente y coronilla despejadas a causa de una incipiente calvicie y sin afeitar, The Insole Maker me recibió con un fuerte apretón de manos y una sonrisa. Mientras comenzaba rápidamente a escrutrar mis desnudos pinreles me preguntó que me pasaba. Tras mi contestación, fue directamente a pulsar el punto donde se localiza mi dolor y emitió su diagnóstico: sesamoiditis. Sin embargo, mi dolencia no pareció importarle mucho. El seguía examinando cuidadosamente mis pies como si buscará algo. Me preguntó que lesiones había sufrido a lo largo de mi vida. Mientras yo buscaba en mi memoria y respondía, él continuaba con su meticulosa observación, mirando aquí y allá, moviéndome las extremidades. De sus gestos deduje que tras esta primera exploración, debía parecerle corta la lista histórica de las dolencias que he padecido en relación con el aspecto que presentaban mis peanas.
Luego me hizo subir a una plataforma elevada donde con una cámara grabó mi forma de andar y correr. También midió y registró la presión que cada parte de mis pies ejercía sobre la superficie gracias a unos sensores ubicados en el suelo de esta especie de pasarela (luego he sabido que su nombre técnico es banco ortométrico). Tras unos cuantos paseos "pallá paca" en plan top model, The Insole Maker ya con todo la información a su disposición estuvo unos minutos repasando minuciosamente la grabación, midiendo el ángulo de inclinación de mis piernas respecto a la horizontal de la superficie y examinando las manchas de colores más o menos oscuros en función de la presión que mis pies habían ejercido en cada paso. Recogió todos los datos que necesitaba en un informe en su ordenador y pasó a preguntarme por mi calzdo de entrenamiento.
- “¿Qué zapatillas usas normalmente?” Me dijo mientras cogía en la mano las deportivas con las que había acudido a la consulta.
- “Esas son unas Pegasus pero ya no corro con ellas. Los últimos pares que he utilizado han sido o bien Pegasus o bien Cumulus. Ahora estoy usando estas” contesté mientras sacaba de mi mochila y le entregaba las Nike Equalon2 con las que mal corro en la actualidad.
Tras darlas unas vueltas para verlas por todos sus lados, las depositó encima de uno de los muebles y señalo la parte ligeramente más desgastada.
- “A tenor de lo que he visto y de la forma de desgastar la suela de las zapatillas, tu pisada es ligeramente pronadora. ¿Cuánto pesas? ¿ochenta y cinco?”
- “Ochenta y tres”
- “Con ese peso las Cumulus te van mejor que la Pegasus pero aun así también se te quedan un poco cortas. Estas que estás usando ahora te van mejor. No obstante yo te recomendaría unas Nimbus".
El último paso fue hacerme un molde en escayola de mis "pieses" para poder confeccionar unas plantillas que corrijan mi forma de pisar. Para ello coloqué el final de mis extremidades sobre la materia moldeable que descansaba a su vez en una especie de cámara de aire, mientras El Hacedor de Plantillas movía con maestría mi pierna para que el molde saliera lo mejor posible.
Y poco más. En total fueron unos cuarenta minutos de consulta amenizados con conversaciones acerca del correr y de personas relacionadas con este mundillo que resultaron en algunos casos ser conocidos comunes. Ya a punto de despedirse me advirtió de que si transcurrieran tres o cuatro semanas usando las plantillas y no notara mejoría, debería regresar para realizar algún pequeño retoque. Una sonrisa y un nuevo fuerte apretón de manos pusieron fin a mi encuentro con The Insole Maker.
La impresión que saqué es que El Hacedor de Plantillas sabe muy bien lo que se hace, que se trata de un profesional con una gran experiencia que ha examinado y tratado innumerables extremidades inferiores. Sólo queda ya lo más importante: que las “milagrosas” (las plantillas) que estarán confeccionadas y listas para serme entregadas en los primeros días de junio, den el resultado esperado y pongan fin a esta engorrosa lesión.
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Por lo demás, dos semanas después de mi última intervención en este rincón continúo sin grandes novedades mi estancia en Barrio Sesamoideo. No voy a negar que la cosa parece haber mejorado un poco, más en lo anímico que en lo físico todo hay que decirlo. Sigo saliendo a correr a escondidas preparando la que espero sea la huída definitiva de este barrio. En estos quince días he corrido cinco veces y las últimas tres (esta semana) he conseguido completar una hora. La mejor noticia es que si bien el dolor no disminuye también es cierto que de momento no aumenta tanto como volver a dejarlo. Creo que parte de la culpa hay que echársela a la que he denominado “Ñapa Garabitas” (**), una solución de bricoatletismo que a grandes rasgos consiste en poner una mayor protección en la zona dolorida. A ver si dedico una entrada a este invento explicando como construirlo.
Visto lo visto estoy sopesando si inscribirme a la Media Maratón de Jadraque a celebrar en apenas ocho días. No creo que sea lo mejor pero tengo unas ganas locas de volver a la competición. Si la cosa fuera mal, lo peor que puede pasarme es tener que parar durante unos días, pero a la vuelta de ese hipotético nuevo parón tendría ya las plantillas. Os contaré lo que decida.
Saludos
(*) Lo de “The Insole Maker” o Hacedor de Plantillas es una licencia que me he permitido. Evidentemente la labor de un podólogo deportivo no se limita a confeccionar plantillas.
Visto lo visto estoy sopesando si inscribirme a la Media Maratón de Jadraque a celebrar en apenas ocho días. No creo que sea lo mejor pero tengo unas ganas locas de volver a la competición. Si la cosa fuera mal, lo peor que puede pasarme es tener que parar durante unos días, pero a la vuelta de ese hipotético nuevo parón tendría ya las plantillas. Os contaré lo que decida.
Saludos
(*) Lo de “The Insole Maker” o Hacedor de Plantillas es una licencia que me he permitido. Evidentemente la labor de un podólogo deportivo no se limita a confeccionar plantillas.
(**) El nombre viene porque la recomendación e idea me la dio Garabitas, un ilustre forero de la página http://www.elatleta.com/
(***) La imagen que ilustra esta entrada no es de mis pies sino que está sacada de "internes".
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