CONFIESO QUE HE CORRIDO

Por la bahía de Fornells (foto by Misanta)



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Ya estoy de vuelta. Se acabo el "stage de bajura" (oh yeahhh!) de este año. Han sido nueve días oxigenando la mente y entrenando el cuerpo a orillas del Mediterráneo, concretamente en tierras menorquinas.

Me he dado un buen tute a correr aunque no os puedo hablar de distancias (ya sabéis que no tengo gromenagüer de ese que las mide), ni siquiera de tiempos pues el reloj que llevé petó el primer día debido a la espectacular forma de transpirar que mi yo de secano presenta cuando desciende hasta nivel de mar. Si os puedo decir que me he pegado unos buenos madrugones para conocer a la carrera algunos tramos más del Camí de Cavalls antes de que Lorenzo apretara. Espero contaroslo en próximas entradas.

Como no todo podía ser correr, el periodo de entrenamiento en bajura se ha completado con una dieta equilibrada y un adecuado descanso. En cuanto a la alimentación, se ha basado en la ingesta de ensaimadas, distintos arroces, pescados, escalibada, crema catalana, queso de mahón y cantidades ingentes de cerveza con limón para reponer líquidos. Es posible que este régimen haya servido para esconder un poco más mis músculos abdominales bajo la acumulación de lípidos en forma de lorzas. Por si acaso no me he subido a la báscula para constatarlo: ojos que no ven, …

Siguiendo a rajatabla la máxima de lo gurús del atletismo popular para los que el descanso también forma parte del entrenamiento, después de la salida runnera mañanera he dedicado el resto del tiempo a estar tirado por las diferentes calas y playas de la geografía de Menorca sin hacer ni el huevo.

En resumen que tengo un colorcito y una buena cara envidiables. La lástima es que solo me vayan a durar un par de días. Pero…¡que me quiten lo bailao! Bueno, mejor no voy a dar ideas que según esta el tema, son capaces de recortar lo bailao o gravarlo con un impuesto con efecto retroactivo.

Sed felices.

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