El domingo pasado dieron comienzo unas molestias en la parte alta de mi gemelo derecho durante la disputa (¿o sería una riña?) del Medio Maratón de Guadalajara. Al acabar y enfriarse, aquello dolía de lo lindo, pero con el descanso del lunes pareció mejorar. El resto de la semana pude entrenar con casi total normalidad aunque con algún pequeño dolorcillo.
En la tirada larga, matutina y dominguera por El Retiro de ayer, alrededor de los tres cuartos de hora de carrera, el dolor volvió a aparecer. Como buen cenutrio aguanté media hora más, pero finalmente opté por irme camino de casa. Durante la tarde los sintomas persistieron y agudizaronse.
Hoy me he levantado con un dolor de buena calidad que ya no solo abarca la parte alta del gemelo sino que se extiende por la corva (o parte posterior de la rodilla) e incluso por el principio del muslamen. Todo el día llevo con la pierna tiesa, como el pirata cojo de pata de palo, con parche en el ojo, con cara de malo, el viejo truhán capitán de un barco que tuviera por bandera un par de tibias y una calavera. O algo así. ¿No Sabina?
Lunes de descanso obligado. Como mañana no mejore me compro un loro y me lo pongo al hombro.
Saludos
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