lunes, 5 de julio de 2010

Cruzar de calle en Barrio Sesamoideo


Después de un mes de "plantillero" parece que la cosa ha mejorado levemente. Siguiendo con la serie de Barrio Sesamoideo, los últimos treinta días han supuesto un pequeño avance, un cruzar de calle hacia otras zonas de la vecindad más agradables, más acogedoras y mejor habilitadas para la práctica del noble arte del correr. Podríamos decir que he salido de los suburbios, de la parte triste del barrio, para instalarme en una zona con mejores vistas. En cualquier caso soy consciente de que la recuperación, desaparición de la dolencia o como se le pueda llamar a esto, es lenta y va a llevar su tiempo, con lo que tengo que seguir aprendiendo a sobrellevarla. No obstante ahora, pudiendo correr con regularidad y casi todas las veces que quiero, es mucho más llevadera.

Así, en las últimas semanas he vuelto a retomar la “competición” y he participado en tres medios maratones. Durante estas largas tiradas con dorsal apenas tengo molestias. El principal problema suele venir cuando la zona se enfría: la tarde del día de la carrera y la jornada siguiente tengo el pie más tieso que la mojama. Hasta ahora no ha ido más allá y al segundo día, aunque la molestia persiste, el dolor desaparece.

Total que administrándome voy retomando poco a poco el ritmo de entrenamientos y carreras. Trato siempre de no correr dos días seguidos, por lo que me he acostumbrado a alternar un día de carrera con otro de bici elíptica en el gimnasio. Y los fines de semana, completo mis entrenamientos con una o dos salidas en bicicleta dependiendo de si participo o no en una media.

Y poco más que no quiero alargar esta intervención más allá de lo necesario y ponerme pesado. Este finde toca el Medio Maratón de Burgo de Osma para sufrir un poco con los calores veraniegos y seguir acumulando kilómetros de cara a mi hipotética participación en el Maratón Nocturno de Valtiendas. Veremos.

That’s All Falks!


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