viernes, 26 de febrero de 2010

Mi pie izquierdo

"Autorretrato quevediano con pie dañado en fondo verde"
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No se me confundan. El título no hace referencia a aquella magnífica película dirigida por Jim Sheridan e interpretada por el camaleónico Daniel Day Lewis, en la que se narraba la vida del escritor y pintor irlandés Christy Brown, aquejado de parálisis cerebral. No. El encabezamiento hay que tomárselo al “pie” de letra, pues alude a la extremidad de mi miembro inferior izquierdo.

Y es que hace tres semanas que comencé a sentir un pequeño dolor en la planta del pie, concretamente debajo del primer metatarsiano o, dicho de otra forma más técnica, en lo que viene a ser la “moñeta” donde nace el dedo gordo. Como soy un tío responsable, rápidamente aplique el método que solemos utilizar la mayoría de los atletas populares: aguantar el dolor y seguir corriendo como si nada. Tan a rajatabla me lo tomé que incluso disfruté de una gélida mañana por las faldas del monte de El Pardo en la Media Maratón de Fuencarral El Pardo.

Como la molestia, lejos de menguar, aumentaba paulatinamente, decidí pasar a la segunda fase del tratamiento. Siempre sin dejar de entrenar ni un día de los planificados, empecé a aplicar calor, frio y cremas varias sobre la zona afectada. Para poner la guinda a esta parte de la terapia, el domingo hice la tirada larga por el Parque del Retiro a las 8:00 AM, bajo la lluvia y con el terreno embarrado. Resultado: más dolor.

Ahora estoy inmerso en la tercera etapa, que comenzó con el clásico autodiagnóstico obtenido a través de internet. Por qué ¿para qué ir al médico a enseñar el pie a un señor que ha estudiado unos cuantos años cuando a través de la red puedes encontrar una explicación que se adecue mejor a tu lesión y que te convenza más que lo que diga el especialista? De esta forma he llegado a la conclusión de que los síntomas de mi dolencia se asemejan a los de la sesamoiditis ¿Qué? ¿Cómo se os ha quedado el cuerpo? Si, si, se-sa-mo-i-di-tis. ¿A que suena bien? Si es que, cuando me pongo en plan facultativo…

En esta tercera semana he renunciado a un día de entrenamiento con la idea de que el dolor no vaya a más y poder participar este próximo domingo en la Media de Latina. Como todo el mundo sabe, este es el mejor remedio para poner fin a cualquier tipo de molestia o lesión (irónico).

A partir del próximo lunes se abrirá la siguiente y más fastidiada fase. Tengo hora con el médico y, o mucho me equivoco, o me recetará que deje correr hasta que desaparezca el dolor. Dicho sea de paso, creo que sería lo más lógico y lo más razonable, aunque también lo que menos quiero.

Bueno, no adelantemos acontecimientos. Os iré contando.

Saludos