jueves, 10 de julio de 2008

Para estar orgulloso

El sábado 05/07/08 alrededor de setecientos corredores nos dimos cita en la segunda edición de los "10 km de Orgullo" con, paradojas de la vida, no mucho ambiente. Esperaba yo más animación, más color y más glamour para celebrar haciendo deporte el Día del Orgullo gay, pero me da que dentro de las diversas actividades previstas para esta fecha, la prueba atlética no era de las más esperadas.

La carrera partía de la Plaza de España y tras transitar por la C/ Ferraz, Paseo Pintor Rosales y Paseo de Camoens en sus primeros kilómetros, se internaba por el complejo Universitario de la Complutense. Allí, tras rodear varias de las facultades en un circuito que, para los que lo conozcan, recordaba mucho al del Medio Maratón de la Ciudad Universitaria, finalizaba en la pista de atletismo del Complejo Deportivo Sur. ¿El perfil? Pues como lo son casi todas las competiciones se celebran en los madriles: cuesta para arriba cuesta para abajo con algún tramo llano intercalado.


La organización alternó aspectos positivos y negativos. Entre los primeros destacar el gran cuidado que se puso en la hidratación de los participantes. Ya antes de la salida se ofrecieron bebidas y, posteriormente, los avituallamientos intermedios y final estuvieron bien surtidos de botellas de agua y de bebidas isotónicas con las que combatir el fuerte calor reinante. Entre lo negativo la inexistencia de alfombrilla lectora de chips en la salida y, sobre todo, la notablemente insuficiente señalización de los puntos kilométricos. Durante la carrera no vi ni un solo indicador que me informara del kilómetro en el que me encontraba. Cuando comenté esta circunstancia con mi hermana, me dijo que ella si había visto unas dos o tres indicaciones consistentes en un folio de papel pegado en una farola y con el número del kilómetro en cuestión escrito con rotulador.

En lo personal acabé muy contento. Se nota que el calor me va bien y que ya llevo más de un año entrenando con continuidad, sin lesionarme. Así, a pesar de la alta temperatura, lo exigente del recorrido y de los kilómetros que llevo en las piernas durante los últimos meses, me encontré bien, con muy buenas sensaciones. Al final me tomé un tiempo neto de 0:42:27, a 4:14 min./km. ¡Para estar orgulloso!

En resumen, carrera para pasar un rato agradable y seguir con la temporada de bolos veraniegos alejado de las competiciones de larga distancia. La próxima el Trofeo de San Lorenzo. Hasta entonces.

Nota: Se me ocurrió ir andando desde mi casa hasta la salida en la Plaza de España, lo que implicó recorrer vestido de “romano” toda la Gran Vía madrileña. Dadas las horas (alrededor de 8:00 a.m.) me crucé con varios grupos de hombres que venían de la gran fiesta que se había organizado en la zona de Chueca y que habia durado hasta altas horas de la madrugada. No os cuento los piropos (todos ellos simpáticos y de buen rollo) de los que fui objeto. ¡Si es que voy provocando!

Otra nota: Las dos fotos son mias. ¡Se nota ehhh!