sábado, 28 de abril de 2007

¿Que será, será...?


Bueno, pues después de un tiempo alejado, retomo el blog con ánimos más o menos renovados.

Durante este tiempo apenas he corrido. La puñetera rodilla izquierda no hace más que dar problemas. Lo que en principio fue diagnosticado como distensión de ligamentos y más tarde como tendinitis del poplíteo, sigue dando guerra bajo diferentes nombres. El dolor en la corva (o hueco poplíteo en términos médicos), no ha desaparecido.

Aburrido y desanimado, hace tres semanas visité un nuevo traumatólogo. Según los síntomas, su primera valoración fue que se trataba de una lesión de menisco. Para confirmarlo mandó que me realizaran una resonancia magnética. El resultado lo he conocido hace apenas cuatro días: “Ambos meniscos, los ligamentos cruzados, los ligamentos laterales y el aparato extensor muestran una morfología y señal normal. No se observa derrame articular ni signos de condropatía rotuliana. No se identifican lesiones óseas”. Ante esta circunstancia el diagnostico del médico ha variado, centrando el origen de mis molestias en un posible desgaste del cartílago de la rodilla, dolencia muy común en corredores de fondo. Para paliarlo en la medida de lo posible me ha recetado “Condrosulf 400 mg” (2 cada 24 horas tres meses si y uno no). ¿Será este el diagnóstico acertado? ¿Cesarán mis dolores del hueco poplíteo de la rodilla izquierda? El tiempo lo dirá.

Por mi parte, además de comenzar el tratamiento, he decidido tomarme todo esto un poco más en serio, pues llevo año y medio que cuando no es una cosa es la otra. Las primeras medidas son la de fortalecer los cuadriceps y la de hacerme un análisis de la pisada.

En cualquier caso, y dado que el médico me ha permitido seguir con la actividad normal mientras que el dolor no lo impida, he retomado la regularidad de mis entrenamientos sin más objetivo que ir participando en las carreras que mi estado de forma y mi rodilla me permitan.

En fin, así están las cosas. Seguiré contando (o eso espero…)