sábado, 24 de marzo de 2012

XXII Medio Maratón Ciudad de Málaga

Al paso por la catedral (http://www.diariosur.es/)
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1. La previa

El XXII Medio Maratón Ciudad de Málaga se presentaba a priori como una carrera atractiva por distintos y muy variados aspectos. Así lo entendimos al menos los tres mil quinientos participantes que agotamos el cupo de inscripciones disponibles antes de la fecha límite. Además, a estos tres millares y medio se nos añadieron otros quinientos más que, como se está convirtiendo en norma habitual en muchos eventos populares, iban a tomar parte en la primera edición de la carrera sobre cinco kilómetros que se disputaría conjuntamente con el medio maratón.

La carrera, organizada por la Asociación Deportiva Malaga Sport, comenzó para los participantes con la retirada del dorsal, chip y camiseta oficial en el Nuevo Estadio de Atletismo “Ciudad de Málaga”. El plazo para hacerlo se abrió el viernes por la tarde y finalizó el propio domingo por la mañana, aunque para los atletas malagueños el periodo no incluía la mañana dominical (solo viernes tarde y sábado).

Para los que no conozcan la capital malacitana, decir que el Nuevo Estadio de Atletismo se encuentra a las afueras de la ciudad, junto al Palacio de Deportes Martín Carpena. Digo esto porque si en años sucesivos hay que seguir acudiendo hasta allí, los que no residan en Málaga y tengan intención de acercarse en transporte público deberán tener en cuenta que se va un tiempo considerable en la maniobra.

Los que hicimos la recogida durante el viernes y el sábado, tuvimos además la oportunidad de visitar una serie de stands que en el las entrañas del estadio ubicaron los distintos patrocinadores de la carrera, los cuales iban desde una conocida marca de ropa deportiva a una empresa de mamparas de baño, pasando por un seguro privado de asistencia sanitaria o la propia Junta de Andalucía. ¡De lo más variado oiga! Además también se instaló con gran éxito de crítica y público, un castillo inflable para entretener a los sufridos retoños de los corredores.

Llamar la atención sobre la camiseta de oficial de la prueba. Yo ya estoy un poco, por no decir muy harto, de recibir en cada carrera una mal llamada “camiseta técnica”, que casi siempre resulta ser una castaña de tomo y lomo. Sin embargo, esta vez era chula y tenía muy buena pinta: hay que reconocer que en las pruebas patrocinadas por la marca germana de las tres bandas todavía se suele “obsequiar” a los participantes con prendas muy decentes.

Examinando el folleto del evento que te entregaban con la bolsa del corredor, había dos aspectos que a priori me causaban cierta incertidumbre de cara a lo que podía suceder en carrera. El primero era que la salida la tomaríamos los cuatro mil desde la pista de atletismo. ¡Ufff, que miedo! Tanta gente apelotonada en lo ancho de una pista me hacía temer que el inicio sería, como mínimo, muy poco fluido.

Además, se indicaba que la zona de salida estaría dividida en dos cajones: uno delante para los federados y otros detrás para los no federados y los participantes en la prueba sobre cinco kilómetros. No sé, era la primera vez que veía este tipo de división en una salida y no me parecía la mejor medida para paliar los efectos antes comentados sobre lo estrecho de la pista de atletismo como zona de comienzo de la carrera.

El segundo aspecto hacia referencia al trazado. Como ya había visto en la página web en el momento de inscribirme, el recorrido era casi en su totalidad paralelo a la costa. Esta circunstancia tenía el riesgo de que como soplara viento, éste nos iba a tener a su merced. Y ya sabemos los que hemos corrido alguna vez que el jodío Eolo tiene la facultad de convertir una carrera placentera en un trámite pestoso.

Habría que esperar al día siguiente para ver como se resolvían ambas incertidumbres.

Entrada al Nuevo Estadio de Atletismo (http://www.diariosur.es/)
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2. La carrera

La mañana dominical amaneció soleada, con un cielo azul radiante pero con un viento fresquito y bastante molesto, que sobre todo se hizo más patente al llegar a la zona abierta donde se ubica el Nuevo Estadio de Atletismo (muy molón, por cierto). Teniendo en cuenta de donde soplaba y el recorrido estipulado, lo normal es que lo tuviéramos a favor a la ida y en contra a la vuelta (como finalmente sucedió).

Tras cambiarme la vestimenta en la zona normalmente destinada al calentamiento de los atletas (bajo las gradas del estadio) y dejar la mochila en el guardarropa, salté a la pista a falta de diez minutos para la hora prevista de inicio de la carrera. La zona de salida ya estaba a reventar. Concretamente, lo que estaba lleno de gente era el segundo cajón, pues el primero, reservado a federados, disponía todavía de un gran espacio libre. Durante los minutos que quedaban para alcanzar las 10:00 horas, la aglomeración fue haciéndose más y más grande en la zona destinada a los “corredores no federados” y solo la apertura del primer cajón unos segundos antes darse el disparo permitió una pequeña recolocación y que casi todos encontráramos un sitio en el interior de la pista.

La carrera comenzaba dando un cuarto de vuelta al anillo (en mi caso, y dada mi posición más bien retrasada, casi media), antes de abandonar el estadio por una de sus puertas. Este trayecto lo tuvimos que hacer muy lentamente y con mucho cuidado para no tropezar con el resto de los participantes. Pocos metros antes de alcanzar el acceso para dejar las instalaciones, el efecto embudo hizo que tuviéramos que volver a andar unos pasos. En resumen, que el ubicar la salida dentro del Nuevo Estadio Ciudad de Málaga la hace muy bonita y animada (en la grada había muchas personas), pero nada práctica. Quizás sería bueno valorar, si no se ha hecho ya, situarla fuera de él, ordenarla por cajones de tiempo y separar la del medio maratón de la de los cinco mil metros.

Los aproximadamente tres primeros kilómetros se realizaron por las calles próximas al estadio y al Palacio de Deportes. Son vías no lo excesivamente amplias para drenar a una marea de casi cuatro mil corredores, con lo que si como me pasó a mí salías un poco retrasado, te podías olvidar de llevar un ritmo más o menos acorde a tus posibilidades hasta no alcanzar la zona costera. Por cierto, durante esta parte de la carrera no vi ninguna señalización de los puntos kilométricos. De hecho creo que el primero que encontré fue el del kilómetro cinco. A partir de entonces, no localicé todos pero si bastantes de ellos ¿faltaban señalizaciones o es que no estuve muy atento?

Con la llegada a la C/ Pacífico comenzaba el tramo que discurría paralelo a la costa y que en una ida y vuelta de unos dieciséis mil metros de longitud representaba el grueso de la carrera. Paseo Marítimo Antonio Machado, Avenida Manuel Agustín de Heredia, Paseo de los Curas, Avenida Cánovas del Castillo y Paseo Marítimo Pablo Ruiz Picasso (hasta dar la vuelta en el morlaco), eran las calles por la que se desarrollaba la “ida” de la carrera.. En general este parte era bastante llano aunque tenía un par de cuestecillas que picabann ligeramente hacia arriba en el Paseo de los Curas y en los últimos hectómetros del Paseo Marítimo Pablo Ruiz Picasso. A lo benévolo de su perfil se unió que en todo este segmento tuvimos el viento a nuestro favor.

La “vuelta” fue similar a la “ida” con dos variaciones. La primera es que cerca de la Plaza de Toros de la Malagueta el trazado se internaba tierra adentro, rodeaba la hermosa catedral malacitana y volvía de nuevo hacia el litoral. Teniendo en cuenta que el anuncio existente en la página web de la carrera decía textualmente “este año nuevo recorrido por el centro histórico de Málaga”, pues hombre… un poquito optimista ya era ya. La segunda variante es que en este caso se enfilaba hacia el estadio de atletismo de forma directa, sin el callejeo que se hacia en el salida. En esta segunda parte del recorrido, el viento sopló en sentido contrario al de la marcha de los corredores, aunque no con mucha intensidad.

La entrada al Nuevo Estadio de Atletismo y la vuelta que se da a su pista antes de cruzar la meta fue una verdadera gozada. La plasticidad del entorno y el ambiente que había en la grada hicieron de la llegada posiblemente uno de los mejores momentos de la carrera. Es justo reconocer que, aun siendo el punto con más animación, a lo largo del recorrido no faltó gente aplaudiendo y vitoreando el paso de los corredores.

Antes de disfrutar del verde césped para descansar y estirar los músculos, la organización obsequió a los llegados con una medalla conmemorativa, unas piezas de fruta, una botella de bebida isotónica y un grifo de cervecita. Este último “piscolabis” completó los avituallamientos de agua e isotónicos instalados cada cinco kilómetros, además de los puestos intermedios en los que solo se ofrecía agua.

Por último, quien así lo quisiera y no tuviera problema en cambiarse y ducharse rodeado de tropecientos tíos, pudo hacerlo en los vestuarios del estadio. Supongo que el de fémeninas debía estar un poco más desahogado, pero no me permitieron comprobarlo.

Ya de vuelta, allá por el kilómetro 12  (By My Saint)
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3. Mi experiencia
 
En lo que a mí se refiere, sigo en la línea de los últimos meses, aunque esta vez acabé con mejores sensaciones. Salí muy lento, no porque quisiera, sino porque me era imposible ir más deprisa por falta de espacio. Tanto es así que los primeros kilómetros los cubrí cerca de los seis minutos cada uno (sin contar el primero, que con cambio de agua al canario incluida se me fue bastante más allá).

Desde entonces mi ritmo y yo seguimos una progresión positiva, aunque totalmente olvidados del cronómetro, al que no volví a consultar hasta la última parte de la carrera. Acabé bastante rápido para intentar acercarme lo más posible a la 1h 40min, finalizando en un tiempo neto por mi reloj (la organización no lo ofreció al no existir alfombrilla lectora de chips en la salida) de 1:40:21. Si hacemos caso a la clasificación oficial, empleé un tiempo bruto de 1:41:22 ocupando el puesto 929 de los 3.016 llegados a meta. Se deduce de aquí que el nivel medio de los que completamos la distancia mediomaratoniana fue inferior al de otras carreras populares.

Pero más allá del XXII Medio Maratón Ciudad de Málaga, lo mejor de todo fue el pasar tres días allí con un tiempo bárbaro y una dieta a base de pescaito frito y cervecitas ¡peazo de vida! ¡Como envidio a los jubilados alemanes e ingleses! Esas comidas en las terrazas junto al mar de los restaurantes de La Carihuela os juro que no tienen precio.

Lo malo han sido los efectos secundarios. Por un lado mi peso se ha incrementado hasta los 86 kilogramos, cifra que no veía en la báscula desde hace alrededor de tres o cuatro años. No estoy ni mucho menos gordo, pero por mi espalda y mis rodillas conviene que vuelve a situarme en la banda de los 82 o 83 kilos. Ya me he puesto a ello.

Por otro, el paso de los veintimuchos grados malagueños del lunes a los dos o tres de la mañana del martes al ir a currar, me han traído un catarro del que a día de hoy sigo renqueante y que me ha hecho renunciar a un par de entrenamientos. Los peajes de la buena vida supongo.

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4. Conclusión y próxima parada
 
El XXII Medio Maratón Ciudad Málaga, resultó ser una carrera razonablemente bien organizada, con un recorrido que si bien no es céntrico permite disfrutar de la cercanía del mar, expuesta al viento, con un nucleo neurálgico (Nuevo Estadio de Atletismo) demasiado alejado del centro pero muy espectacular como salida y llegada de la prueba, con una buena animación y con una muy variada participación (niveles, paises…). Y sobre todo es una excelente excusa para disfrutar de unos días de una bella ciudad, de sus alrededores y de sus placeres.

Este domingo, si el catarro y la autoridad lo permiten, toca el Medio Maratón de Bolaños de Calatrava. Me da la sensación que será bastante diferente al andaluz de la semana pasada. Ya os contaré.

Sed felices

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6 comentarios:

Unknown dijo...

Pues objetivo conseguido, y ya pensando en Madrid. Saludos.

Arganzboy dijo...

Uff, que va. Para Madrid todavía queda mucho. Hasta la última semana no me acordaré del Maratón de Madrid para nada. No lo tengo como objetivo sino como una carrera más. Un saludo

yonhey dijo...

Buen tiempo sacaste, tomo nota de esta carrera, además de no conocer Málaga tampoco he corrido nunca en esa provincia. Espero hayas tenido suerte en Bolaños anteayer.
Salu2

NACHO dijo...

Aúpa¡¡¡

Conociendo Málaga como lo conozco imagino como lo debiste pasar con el clima acompañando¡¡¡ El pescaito frito debías haberlo acompañado de alguna concha fina¡¡¡¡
Gracias por la descripción de la carrera, si vamos ya sabemos a pie juntillas lo que nos podemos encontrar¡¡¡
Ahora nada de fritos y un poquito de verdura¡¡¡¡

Arganzboy dijo...

Yonhey: En Bolaños la cosa estuvo muy apañadita. Que te vaya bien en Viena.

Nacho: Concha fina no pero las coquinas si entraron en la dieta ;-)

Anónimo dijo...

Hemos puesto en marcha un servicio para que quien quiera se pueda llevar una foto de su participación en esta prueba.
Podemos buscar nuestro dorsal (con formato 000000, o sea, para buscar el dorsal 232 ponemos 000232) y nos saldrán las fotos que haya del mismo.
Cada foto tiene un coste de 3 EUR. Lo mínimo posible para pagar el coste de almacenamiento de tantas fotos.
Aquí teneis el enlace
http://www.fotomaraton.es
Faltan aún algunas fotos por subir que anunciaremos en nuestra página cuando esten subidas.
Es la primera prueba que fotografiamos y esperamos poder seguir haciendolo algunas más, y por supuesto, ir mejorarando.