viernes, 2 de diciembre de 2011

Camí de Cavalls (10): Punta Nati - Ciutadella

Al comienzo del tramo. Punta Natí al fondo.
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- Longitud: 10.500 metros
- Salida: Punta Nati / Llegada: Ciutadella
- Tiempo estimado recorrido andando con parada en puntos interesantes: 4 horas
- Dificultad: Fácil
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Este tramo del Camí de Cavalls tiene dos partes perfectamente diferenciadas. La primera va desde Punta Nati hasta pasado Pont d’en Gil (aprox. 4.700 metros) y discurre por caminos de tierra y roca desnuda. La segunda se extiende desde Pont d’en Gil hasta Ciutadella (5.800 metros) por carreteras asfaltadas que, bordeando el litoral, atraviesan varios núcleos urbanos.

En este itinerario la piedra tiene un papel principal, aunque en general los caminos por los que se transita son cómodos. El perfil del terreno es bastante llano, solo alterado por los canales excavados en la roca que conducen al mar y por la subida hasta la Punta de sa Falconera.

El inicio de la etapa se sitúa a unos cien metros tierra adentro de donde se levanta el faro de Punta Nati, al parecer construido a raíz del hundimiento del barco de vapor francés General Chanzy. Se cuenta que en esta zona ya se habían producido históricamente varios naufragios debido a los fuertes vientos y a las corrientes marinas, hasta que el 9 de febrero de 1910 ocurrió el acontecimiento más grave e importante: el barco francés General Chanzy que había partido de Marsella camino de Argel con 87 tripulantes y 70 pasajeros a bordo, se partió en dos frente a la costa menorquina hundiéndose acto seguido. Solo uno de sus pasajeros, Marcel Baudez, pudo sobrevivir y dar aviso del accidente. Esta tragedia parece que fue el impulso definitivo para la construcción del faro, que fue inaugurado en septiembre de 1913.

Junto al faro pueden admirarse dos construcciones defensivas levantadas durante el periodo de la Guerra Civil que presentan un buen estado de conservación.

Defensas de la Guerra Civil

En la primera parte de este itinerario, el Camí de Cavalls atraviesa la conocida como Menorca Seca. A la derecha del caminante queda siempre el mar mediterráneo, al que se percibe desde una perspectiva que hace adivinar los altos acantilados existentes en esta zona. A la izquierda se puede observar el paisaje de mosaico, en el que las fincas se delimitan y separan unas de otras mediante largas “paredes secas”, que reciben este nombre por estar construidas por piedras que se sujetan unas contra otras sin ningún tipo de argamasa.

En estas propiedades que forman el mosaico es muy común la cría de ganado y la existencia de barracas y puentes, dos construcciones diferentes destinadas ambas a servir de albergue temporal a las reses. Las barracas tienen planta circular y se forman con la superposición de volúmenes de diámetro decreciente que se cubren mediante un falso techo y que pueden tener una altura de hasta diez metros. El puente es más sencillo y menos vistoso. Es un recinto de planta rectangular, con paredes hechas de piedra seca y con una cubierta de losas planas que se acostumbran a impermeabilizar con una capa de tierra.

Barraca menorquina
Todo esto se puede observar muy de cerca pues en el periplo se atraviesan varias fincas (acordaos siempre de volver a cerrar las barreras), se pasa al menos junto a una barraca y, en la época del año en la que yo lo hice (septiembre), es fácil cruzarse con varios rebaños de ovejas que se retiran temerosas protegiendo a sus crías cuando pasas a su lado.

La ausencia de vegetación, en contraposición con gran parte de la isla, es prácticamente total. Desde el camino puede uno dar una vuelta de 360” grados sobre si mismo escrutando el horizonte y no será capaz de ver un árbol. Si quizás algún matorral aislado nacido junto a una pared que le proteja del viento. Lo que si se encuentra en este trayecto y en gran número es el alcaparro (Capparis spinosa). Es curioso ver como sobre el marrón de la tierra, el blanco de las rocas calcáreas y el color tostado de las hierbas secas (recuérdese que realicé este tramo a principios de septiembre), las hojas verde intenso del alcaparro y sus delicadas y bellas flores blancas salpican el paisaje.

Vista desde Punta Sa Falconera
La subida a Punta Sa Falconera (km 3,800 aprox.) es lo más exigente del recorrido. El terreno se pone cuesta arriba y las piedras van creciendo en número y tamaño hasta hacer en algunos puntos desaparecer la senda de tierra. No es muy larga pero su relieve accidentado resulta un tanto incómodo para la marcha. Desde allí las vistas son espectaculares, pudiéndose apreciar los cortantes y desnudos acantilados que delimitan esta parte del litoral menorquín. Esta elevación supone una ligera variación en la vegetación, donde además de los alcaparros también surgen pequeños rodales de acebuches. En sentido hacia Ciutadella, el descenso desde Punta Sa Falconera tiene su dificultad para hacerlo corriendo, pero prestando atención a no tropezarse es muy divertido.

Al finalizar la bajada se abandona la parte solitaria del recorrido y a lo lejos empiezan a vislumbrarse algunos núcleos urbanos. Aún así todavía quedan 1,5 kilómetros de disfrute por la naturaleza antes de alcanzar la Cala des Corbetar, punto a partir del cual la etapa se desarrollará ya por asfalto.

Corderitos asustados
En Cala des Corbetar merece la pena parar unos segundos para apreciar una relevante construcción de importancia histórica y un curioso y espectacular “accidente” paisajístico. La primera, ubicada tierra adentro sobre una ladera es la atalaya conocida como Torre del Ram. Es una de las torres cilíndricas levantadas entre los siglos XVI y XVII cuya función era la de vigilar y defender de la isla de las incursiones tanto piratas como militares de la época. Este conjunto de torres estaban ubicadas de forma que existiera una buena visibilidad entre ellas, comunicándose a través de señales de fuego. De forma troncocónica, sus muros son muy gruesos y en su interior se podía instalar una pequeña guarnición para afrontar un hipotético ataque del indeseado invasor.

El “accidente” paisajístico, mas llamativo e impresionante que la Torre del Ram, es el Pont d’en Gil. Se trata de un puente de roca natural modelado por la erosión marítima, en cuyas inmediaciones se localiza la cueva de Sa Cigonya de 300 metros de longitud y 12 metros de profundidad, muy popular entre los aficionados al submarinismo.

Pont d'en Gil
Desde Cala des Corbetar la etapa discurre durante poco más de cinco mil metros por carreteras asfaltadas que se adentran en los núcleos urbanos de Calespiques y Cala en Blanes hasta alcanzar el puerto de Ciutadella. Recomiendo seguir el itinerario marcado y no buscar siempre las zonas colindantes con la zona costera. Yo lo intenté y me encontré con varios tramos que si bien transcurrían paralelos al mar, recorridos unos hectómetros no tenían salida. Esto me supuso completar unos cuantos miles de metros más de los inicialmente previstos.

La llegada a Ciutadella es muy bella, sobre todo si se hace al atardecer como fue mi caso. Disfrutar primero de la vista de la catedral en todo lo alto coronando la ciudad y después bajar hacía el puerto poniendo fin a la etapa es una verdadera gozada.

Ciutadella

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- Fecha de realización: 07.09.2011
- Tiempo empleado: 1:32:26
- Como dije anteriormente, la distancia que finalmente debí recorrer fue bastante superior a los 10,5 kilómetros que en principio tiene este itinerario. El empeñarme en intentar seguir corriendo junto al mar en las zonas urbanizadas provocó que tuviera que volver sobre mis pasos en más de una ocasión.

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4 comentarios:

Pancho dijo...

Acabo de descubrir tu blog....Espectaculares las imágenes de esta ruta

Un saludo y te sigo desde ya

Arganzboy dijo...

Gracias Pancho. Me quedan otras dos étapas que hice este verano. A ver si soy capaz de traducirlas a palabras antes de final de año ;-) Saludos

VTA55 dijo...

Arganzboy estare atento a tú blog, impresionante tú comentario sobre el comentario del Cami de Cavalls, se nota que disfrutas del paisaje por dónde pasas.

Arganzboy dijo...

¡Como para no disfrutar del "peazo" paisaje menorquín! A ver si edito la entrada que tengo del tramo 12 y escribo las de los 11 y 13. Gracias y un saludo.