El 10 de Agosto se celebró la edición XXIX de la Popular Pedestre de Guadarrama. Aunque en un principio mi idea era que el Trofeo de San Lorenzo pusiera fin a mis participaciones en carreras hasta la “vuelta al cole” en Septiembre, decidí alargar mi gira de bolos veraniegos. Aprovechando que esta fechas las estamos pasando en casa y no de vacaciones, cogí a la familia y pusimos rumbo a la serrana localidad madrileña para pasar una agradable mañana y estrenarme en esta prueba.
Para quien no la conozca, decir que la carrera es muy similar en ambiente y dureza a la llamada Caminata a la Sierra que se celebra a principios de Septiembre por Cercedilla y alrededores. A disputar sobre un recorrido de 11.500 metros de longitud, comienza con una recta en continua subida de 4,5 km que llega hasta la localidad de Los Molinos. Los siguientes dos kilómetros son de un descenso vertiginoso con tramos de gran pendiente, descenso al que sucede una serie de toboganes que llegan hasta aproximadamente el punto kilométrico 7,2. Allí comienza otra larguísima recta, esta picando hacia abajo, con la que se vuelve a entrar en Guadarrama (km 11), recorriéndose los últimos cinco hectómetros por las calles de localidad. Toda la competición se desarrolla por asfalto, aunque rodeados siempre de “naturaleza serrana”.
La prueba general contó con una participación de aproximadamente medio millar de corredores. También se celebraron previamente varias carreras sobre distintas distancias para los más jóvenes. La organización de todas ellas, a cargo de la A.D. Maratón, fue buena, con una cuidada atención a los corredores, avituallamientos suficientes para paliar el calor reinante y buena bolsa del corredor.
Para quien no la conozca, decir que la carrera es muy similar en ambiente y dureza a la llamada Caminata a la Sierra que se celebra a principios de Septiembre por Cercedilla y alrededores. A disputar sobre un recorrido de 11.500 metros de longitud, comienza con una recta en continua subida de 4,5 km que llega hasta la localidad de Los Molinos. Los siguientes dos kilómetros son de un descenso vertiginoso con tramos de gran pendiente, descenso al que sucede una serie de toboganes que llegan hasta aproximadamente el punto kilométrico 7,2. Allí comienza otra larguísima recta, esta picando hacia abajo, con la que se vuelve a entrar en Guadarrama (km 11), recorriéndose los últimos cinco hectómetros por las calles de localidad. Toda la competición se desarrolla por asfalto, aunque rodeados siempre de “naturaleza serrana”.
La prueba general contó con una participación de aproximadamente medio millar de corredores. También se celebraron previamente varias carreras sobre distintas distancias para los más jóvenes. La organización de todas ellas, a cargo de la A.D. Maratón, fue buena, con una cuidada atención a los corredores, avituallamientos suficientes para paliar el calor reinante y buena bolsa del corredor.
En cuanto a mi, las sensaciones fueron buenas, con una primera mitad conservadora y una segunda parte donde me esforcé bastante más. El resultado fue un tiempo por mi reloj de 00:52:32, a 4:34 min/km.
Ahora ya no quedan más carreras hasta bien entrado el mes de Septiembre, cuando tengo previsto participar en la Carrera de la Melonera. Hasta entonces me toca seguir entrenando a pesar de los rigores veraniegos para poder intentar un nuevo asalto a la distancia de Filípides a finales de Septiembre o principios de Octubre (Zaragoza posiblemente).
Seguiremos informando.