Papá ¿puedes comprar droga?

Aeropuerto de La Palma. Estamos esperando a que llegue la hora de embarcar en el vuelo que nos traerá de vuelta a Madrid. El Heredero, que estaba jugando por zonas cercanas, viene hacia nosotros.

- ¡Papá!

- ¿Qué pasa hijo?

- ¿Puedes comprar droga?

Mi santa y yo nos miramos ojipláticos. Desde que intuimos que el niño nos podía entender le hemos hecho ver que las drogas son malas y que siempre debe estar alejado de ellas.

- Por supuesto que no. Ya te hemos dicho muchas veces que la droga te haría enfermar ¿Por qué quieres que la compremos?

- Porque si llevamos droga encima me van a dejar conducir el avión

Volvemos a mirarnos sin entender nada.

- Pero ¿Quién te ha dicho eso?

- Nadie. Lo pone en un dibujo que está allí –señala un columna cercana-

- ¡Como va a poner eso! Lo habrás leído mal

- No papá, de verdad.

Su madre y yo seguimos perplejos

- A ver, enséñame ese dibujo que dices

Me acerco con él hasta la columna que nos señalaba. Efectivamente en uno de los laterales que quedaba oculto desde donde estábamos sentados hay fijado un póster.

- Ves como si que lo pone, papá

- ¡¡¡¡¡¿¿¿¿¿¿¿¿¿??????????!!!!!!

¿Habéis intentado alguna vez explicar a un tierno infante lo que es la ironía?

- Hijo, el cartel intenta dar a entender exactamente lo contrario a lo que dice. Es una cosa que se llama ironía. Si lleváramos droga, no solo no nos dejarían pilotar el avión ni nos darían langosta para comer (esto segundo a él no le importaba lo más mínimo), sino que la policía nos detendría y nos llevarían a la cárcel.

- Eso de la ironia ¿Es como cuando Calamardo le dice a Bob Esponja y a Patricio que son muy inteligentes y en verdad piensa que son tontos?

- Si hijo, si. Más o menos así es.

- ¡Ahhh, vale!

Ya es difícil de por sí educar a un hijo para que encima los responsables de ciertas campañas de publicidad te lo pongan aún más complicado ¡Ainnnnnnsss!

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