domingo, 17 de junio de 2007

Trofeo San Antonio de la "Llovida"

Segunda edición consecutiva en la que participo del “Trofeo de San Antonio de la Florida”. El año pasado recuerdo haber pasado mucho calor, haber corrido en tirantes, haberme tirado en el césped una vez acabada la carrera, haber acabado empapado en sudor…Pues este año ha sido totalmente diferente, salvo en lo de acabar empapado.

Carrera de diez kilómetros en la que se dan dos vueltas a un circuito que transcurre por la zona del Parque del Oeste, Cuesta de San Vicente, Paseo de la Florida y Avda de Valladolid. Se trata de un circuito rompepiernas en el que el único tramo llano es el que va desde la estación de Principio Pío al final de la Avda de Valladolid.

La prueba se ha disputado bajo una constante lluvia, ligera durante el calentamiento y la primera vuelta y un autentico aguacero en los últimos veinte minutos. En los cuatro kilómetros finales las zapatillas pesaban un quintal, los pies chapoteaban en su interior, las piernas sufrían la lluvia y los salpicones de las pisadas, la camiseta empapada y fría se pegaba al cuerpo y la visera de la gorra goteaba incesantemente. Todo esto ha dado un toquecillo épico a la carrera, ese incentivo que te hace acelerar tu ritmo y creerte Bekele por un rato.

La organización ha sido correcta. La entrega de dorsales y chips antes de la carrera y, sobre todo, la entrega de la bolsa del corredor al final, se han hecho de forma ágil y rápida (recuerdo la interminable fila del año pasado para recoger los obsequios post carrera). El control de tiempo ha sido realizado con chip, aunque he echado de menos (como en otras muchas carreras) la alfombrilla en la línea de salida que permitiera obtener los tiempos netos. Sólo un error grave: desde que se alcanzaba la Cuesta de San Vicente y durante todo el tramo que transcurría por Paseo de la Florida y Avda de Valladolid, sólo se había habilitado un carril para los participantes. El resultado de esta medida ha sido la generación de un inconveniente y un peligro. El inconveniente ha consistido en que durante la primera vuelta hubiera aglomeraciones y dificultades para adelantar y mantener un ritmo constante. El peligro ha venido por el hecho de que lo vehículos pasaban muy cerca de nosotros y en el mismo sentido, peligro aumentado durante la segunda vuelta cuando la lluvia afectaba a la visibilidad de conductores y corredores.

Destacar la animación, los espectadores que desafiando la lluvia han permanecido en las aceras de las inmediaciones de la meta aplaudiendo y dando palabras de ánimo a los participantes. Como siempre, muchas gracias.

En cuanto a mí, me he encontrado bastante cómodo. La rodilla no se ha quejado en absoluto (¿se estará curando esa extraña dolencia?), de piernas he ido bien y, por poner un pero, he llegado un poquito asfixiado y con flato. Al final he parado mi cronometro en 47:37 que, teniendo en cuenta mi estado de forma, no está mal.

En resumen y para terminar: carrera muy recomendable, con recorrido duro pero “divertido” y bien organizada (a mejorar lo antes indicado). La prefiero con las temperaturas propias del mes de Junio que permiten disfrutar del césped del Parque del Oeste mientras se estira y se charla con los amigos.


Nota: Durante el tiempo que he tardado en escribir este texto, el Madrid ha marcado tres goles (dos de Reyes y uno de Diarra), ha remontado su partido contra el Mallorca y es campeón de liga. Ahora sólo falta el baloncesto. ¡HALA MADRID!


martes, 12 de junio de 2007

Azuqueca tiene miga(s)

Trescientos sesenta y siete corredores tomamos la salida del I Medio Maratón de Azuqueca de Henares “Gran Premio Carrascosa Moreno”. El keniata James Moiben fue el ganador en categoría masculina con 1:08:19, mientras en féminas la primera clasificada fue la española Sandra Ruales con una marca de 1:21:31.

ORGANIZACIÓN: Mejorable. La entrega de dorsales fue muy lenta. Para el número de participantes que éramos había que esperar una fila de aproximadamente diez minutos (hablo de una hora antes de la carrera).

La salida de la prueba se dio con más de veinte minutos de retraso. Esta circunstancia hizo que esperáramos bajo un sol de justicia aguantando el calor propio del mes de Junio y acercando el desarrollo de la carrera a las horas centrales y por tanto más calurosas del día.

La señalización del recorrido fue insuficiente en algunos puntos. A lo largo de los veintiún kilómetros existían varios puntos “clave” en los que transitando por un calle recta había que abandonarla, trazar una U y volver a la misma calle unos diez o quince metros más adelante. Pues bien, en estos sitios no había indicadores claros ni voluntarios atentos, de forma que si no prestabas atención podías fácil e inadvertidamente saltarte un tramo del recorrido. Por lo que oí comentar en meta, algo así debió ocurrirle al primer clasificado que, tras saltarse uno de esos desvíos, tuvo que volver sobre sus pasos y seguir el trazado correcto, con lo metros de más, el cabreo y el retraso que la maniobra implicó.

La entrega de trofeos ya me pilló en carretera de vuelta a casa, pero según he leído en algún foro de atletismo, también sufrieron un retraso considerable.

Entre los puntos positivos de la organización destacar los puestos de esponjas que ayudaron a paliar el calor, el final en el polideportivo que permitió disfrutar de unos minutos tirados en la hierba artificial estirando los maltrechos músculos y la surtida bolsa del corredor con camiseta técnica incluida. También se daba a los participantes la posibilidad de disfrutar gratuitamente de la piscina y de participar en la comida comunal de migas con uva. Cuando abandoné el complejo deportivo, pasé junto a la gran sartén donde se habían cocinado (ver foto que ilustra la crónica), y la pinta y el aroma que despedían pusieron en marcha mis glándulas salivares. Lástima de no poder disfrutar de ellas por mi pronta marcha.

En resumen: a pesar de los fallos mencionados debidos con casi total seguridad al hecho de tratarse de la primera edición de la prueba, agradecer a los organizadores el lanzarse a la aventura de crear una nueva carrera en unas fechas difíciles en las que escasean las competiciones sobre esta distancia. Estoy seguro de que los pequeños errores acaecidos serán subsanados en la próxima edición.

RECORRIDO Y AMBIENTE: Se trataba de dar dos vueltas a un circuito que resultó ser muy llano, sin ninguna sombra y con amplias calles rectas salteadas de rotondas.

Como digo, en cuanto al perfil, es de las más llanas que he corrido nunca. Solo había un pequeño desnivel en el tramo que unía la zona urbana con el polideportivo. Esta circunstancia que sería de agradecer para buscar marca en otra época de la temporada, en el mes de Junio personalmente me provoca cierto aburrimiento debido a lo monótono del ritmo y a la constante zancada.

Las calles del recorrido eran vías nuevas, amplias, con árboles pequeños y no eran en absoluto sombreadas. Menos mal que durante gran parte de la carrera aparecieron las nubes y sirvieron como parasoles naturales. Aun así el calor golpeó con fuerza.

En cuanto al ambiente, no había mucha animación. Salvo los familiares y amigos de corredores apostados en las inmediaciones del polideportivo, no había muchas más personas jaleando el paso de los participantes.

MIS SENSACIONES: Parece que voy recuperando la forma. Por miedo al calor, salí bastante conservador, corriendo lo dos primeros kilómetros a un ritmo de 5:30. A partir de ahí fui mejorando poco a poco los parciales hasta acabar en 1:43:25, mi mejor marca de los últimos cuatros medios maratones disputados.

Ahora, salvo sorpresa, se acabaron los medios maratones hasta septiembre. Me dedicaré a carreras de 10 km, más acordes a las temperaturas veraniegas.

¡Salud y hasta la próxima!